Estados Unidos analiza la creación de un arancel específico para semiconductores, en plena tensa calma global

Aranceles si, aranceles no; la guerra comercial y la geopolítica no descansan

Que Estados Unidos impuso aranceles a todas las importaciones y que buena parte de los países con los que comercia devolvieron el gesto, y que algunos se suspendieron pero otros no. Que el impacto de toda esta vorágine sobre las tecnológicas significó enormes pérdidas económicas y que la poca perspectiva de sostener una fabricación de equipos, cuyas cadenas de suministro están dispersas por todo el mundo, son algunos de los interrogantes y de las preocupaciones que impone la guerra comercial global a cielo abierto que, a su vez, están reacomodando las placas tectónicas de la geopolítica.

Aranceles, depende

Pasaron dos semanas, pero parece más, de que el presidente estadounidense Donald Trump presentara su “Día de la liberación” y pusiera en marcha la estrategia arancelaria. Todo había sido anunciado con dos meses de antelación y el impacto fue inmediato: un jueves negro, signado por la caída de todos los mercados bursátiles, que requirió de una inmediata modificación. En resumidas cuentas, la tabla arancelaria que había quedado en el 10 por ciento global fue suspendida por 90 días, a excepción de la “reciprocidad” establecida con China en el 145 por ciento.

En el medio quedan imágenes imborrables como la idea de aviones con 600 toneladas de iPhones que Apple fue a buscar a China, via India, para entrar al mercado estadounidense y salvar las barreras arancelarias. Y entonces surgen preguntas como cuánto pasará a costar un iPhone en Estados Unidos. Según publicó Reuters, la consultora Rosenblatt Securities estimó posibles aumentos al consumidor de entre el 30 por ciento al 40 por ciento mínimos.

Imagen de Warren Wong en Unsplash

¿Y cómo impactará esto al mercado de telecomunicaciones? ¿Qué aprendizaje dejó aquel intento fallido por prohibir el uso de equipamiento chino, como el de Huawei, que no hizo otra cosa más que publicitarlo? Parece que no mucho: hace tan sólo dos meses, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) liberó recursos para profundizar la estrategia de reemplazo de equipamiento, con foco en el desarme de instalaciones telcos montadas de la mano de proveedores chinos. Sin embargo, nada le impide al fabricante mostrar resultados de liderazgo, por ejemplo, en materia del tendido de acceso fijo inalámbrico (FWA, por sus siglas en inglés) global o del que exhiben los despliegues concretados en Brasil, por citar un caso regional.

Es la economía deslocalizada, estúpido

Si, parafrasear al estratega de la campaña de Bill Clinton, James Carville, cuando inmortalizó la frase “es la economía, estúpido”, sirve una y otra vez. En aquella oportunidad, para marcar que la necesidad del bienestar a corto plazo es necesaria; ahora, para mostrar que las dinámicas globales de producción son evidentes.

Los dispositivos móviles permiten ver con claridad algo que parece absurdo de subrayar: la globalización llevó a que las producciones estuvieran deslocalizadas. Pasa también con el resto de las industrias, como la automotriz, la aeronaval, la de la medicina, la de la indumentaria, y más. Resulta ridículo de advertirlo, inclusive, después de los padecimientos, desafíos y problemáticas que se experimentó en materia de cadena de suministros globales durante la pandemia de covid-19.

El viernes pasado, Estados Unidos eximió de la carga tributaria a los productos electrónicos y semiconductores, incluídos los teléfonos inteligentes, las computadoras, las pantallas solares, los televisores y los dispositivos de almacenamiento basados ​​en chips, entre otros; pero pocos días después, Howard Lutnick, el secretario de Comercio de Estados Unidos, adelantó en una la entrevista ofrecida a la cadena ABC News (aquí), que esa exención de aranceles será temporal. Pero no sólo eso: reveló la idea de crear una tasa específica para semiconductores, que se daría a conocer en un mes o dos.

“Todos esos productos pasarán a formar parte de los aranceles sobre semiconductores. Tendrán un tipo impositivo específico para garantizar que su producción se relocalice. Necesitamos semiconductores, necesitamos chips, necesitamos pantallas planas”, dijo en el programa This Week y agregó que “necesitamos que todo esto se fabrique en América. No podemos seguir dependiendo del Sudeste Asiático para los componentes esenciales de nuestra economía”.

Así, el funcionario estadounidense también planteó la cuestión de la estrategia de “seguridad nacional” que necesitan implementar en el país, con el objetivo de dejar de depender de otros países. En ese sentido, los chips son estratégicos.

Y lo cierto es que el mercado global de semiconductores  cambió con la pandemia, pues tras haber entrado en crisis y logrado su recuperación, muchos países identificaron allí un potencial estratégico sobre el que apostar. Es el caso de Brasil, de Costa Rica y de República Dominicana, por citar tres casos de la región. Y, aunque Estados Unidos había erigido una estrategia al respecto del problema que hoy plantea Lutnick, a la que había bautizado como Ley Chips y Ciencias, el mismo gobierno que él integra la calificó como “horrible” y adelantó su cancelación.

Mientras tanto, en China…

Por estas horas, en China se realiza la Feria de Cantón y se erige como la primera exposición comercial que se realiza en el país luego del aumento arancelario. Como es de imaginarse, las dimensiones de la propuesta abruma: hay más de 30.000 expositores de productos un área que supera las dimensiones de 200 campos de fútbol.

Una crónica de Reuters (aquí) exhibe el problema del congelamiento del comercio con Estados Unidos y el temor por el impacto en el empleo, pero también la esperanza que genera el incremento de las relaciones con otros mercados, como el europeo y el africano. Allí, por ejemplo, se cita el caso de Henry Han, gerente de ventas de Apexto Electronics Co, un fabricante de unidades flash SSD y micro SD, quien advierte que muchos de sus clientes reciben envíos de componentes para su ensamblaje final en un tercer país y, de esa manera, evitar los aranceles estadounidenses. Para ellos, ese mercado significa sólo el 10 por ciento de su negocio.

Otra experiencia destacable es la de David Du, gerente de ventas del fabricante de altavoces Zealot, quien comercializa con Nigeria, un mercado al que calificó dos veces más grande que el de Estados Unidos y que representa el 40 por ciento de sus ventas.

Con todo, esta crónica global es sólo una foto de un momento, de un instante, en horas y en tiempos complejos. Todo… todo, puede cambiar en un segundo. De una u otra manera, continuará…

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Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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