Brasil vuelve a debatir, una y otra vez, los lineamientos centrales de la estrategia de compartición de infraestructura: ahora, en lo concerniente a la conocida como “regla de los 500 metros” vinculada a compartir las torres que están separadas por esa cantidad de metros. El tema fue a un juicio que el Supremo Tribunal Federal (STF) suspendió.
Los operadores de telecomunicaciones no quieren que la regla que se sancionó en 2009 y que se anuló en 2011 vuelva a tener vigencia porque la consideran obsoleta, pero también un impedimento para la densificación de las redes 5G. Lo cierto es que el tema está en la agenda local desde el año pasado porque, tras haberse consensuado la estrategia superadora, conocida como Poste Legal, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) anunció la cancelación de la medida tendiente a posibilitar que las distribuidoras eléctricas y las empresas de telecomunicaciones pudieran compartirlos.
Como es de esperarse, la Asociación Brasileña de Infraestructura de Telecomunicaciones (Abrintel) es un actor central del caso. Ya en agosto de 2024, presentó una Acción Directa de Inconstitucionalidad 7.708 ante el STF en la que -disponible aquí– planteaba su posición a favor de la compartición de torres que se encuentran con 500 metros de distancia y en la que explicó el impacto económico y en la conectividad que su eliminación involucra.
Tal como lo reflejó el medio local Teletime, la suspensión del juicio que aspira a dilucidar si reanudar o no la vigencia de la normativa se dio por un pedido expreso del juez Alexandre de Moraes.