Desde 2010 que Chile no sufría un apagón de la magnitud que la que debió soportar el pasado martes 25 de febrero, donde también quedó en evidencia la necesidad de acelerar las modificaciones sobre las que se trabajaba en autonomía de las redes de telecomunicaciones. Si bien desde ChileTelcos aseguraron que no hubo afectación del servicio de las telecomunicaciones, una serie de eventos ocurridos en este país en los últimos años parecen conducir a la necesidad de modificar algunas normas para garantiza las comunicaciones básicas a la ciudadanía.
Pasadas las 15 del martes, un apagón dejó sin servicio eléctrico al 90 por ciento de la población. Como se extendió durante varias horas sin que se supieran las razones del corte, el Gobierno de Gabriel Boric decretó para ese día un toque de queda dadas las dificultades que se estaban advirtiendo en la ciudadanía. El suministro de la energía se recuperó en las primeras horas del miércoles 26 de febrero.
A medida que pasaban las horas, las cuatro principales operadoras móviles que actúan en el país -ClaroVTR, Entel, Movistar y Wom- informaron a través de sus redes sociales que estaban proveyendo los servicios aún en esas circunstancias. Pero las quejas de los ciudadanos también se hicieron notar en distintas zonas. Rápidamente, se puso en primera plana la necesidad de profundizar los temas vinculados con las infraestructuras críticas, tanto las vinculadas con la energía como con las telecomunicaciones.
Profundizar obligaciones en infraestructuras críticas
Fue el propio ministro de Transporte y Comunicaciones, Juan Carlos Muñoz, quien se refirió al tema a medida que se fue recuperando el suministro. “Nosotros teníamos justamente un cambio en el decreto, que buscábamos una mayor resiliencia al sistema. Estábamos trabajando justamente en eso, por lo tanto, espero que este trágico incidente permita que eso avance más rápido”, dijo en declaraciones al canal de streaming de La Tercera.
Se refería al decreto 60 de infraestructuras críticas. Previo al apagón se venía discutiendo una modificación, tendiente a llevar de cuatro a, al menos, seis horas el respaldo de las baterías de las infraestructuras críticas de nivel 2. Las antenas de las redes móviles están divididas en nivel 1 y 2, donde las segundas alcanzan a zonas menos densamente pobladas.
Imagen: Kari Shea/Unsplash
“Tenemos dos niveles, los niveles 1, que son como 1.300 (antenas) y dan gran cobertura, sobre todo en las ciudades principales. No teníamos duda de que las antenas iban a persistir, pero tenemos también otras 10.000 antenas más pequeñitas, de menor cobertura, que se les exige, por ley, una autonomía de 4 horas solamente“, explicó el ministro. Estas fueron las que comenzaron a tener problemas pasado ese tiempo.
“Es decir, en el momento en que esas antenas empezaron a no tener energía eléctrica, empezaron a consumir diésel, para generar la electricidad, y el compromiso que cada una de ellas tenía era cubrir por lo menos 4 horas, y por lo tanto yo lo que anuncié fue que a las 19:15, esas antenas progresivamente iban a empezar a perder conectividad”, continuó.
Lo asegurado por el ministro en las declaraciones posteriores al apagón, coincide con la visión de los expertos, más allá de que ChileTelcos haya asegurado que las oscilaciones en la calidad del servicio se explicaba porque las redes móviles debían absorber todo el tráfico que usualmente se gestionaba sobre las redes fijas, impactadas por la falta de energía. La entidad también señaló que hubo un aumento en la demanda de conectividad porque la población quería informarse, además de estar en contacto con sus familias para saber qué estaba sucediendo.
Un informe de Lacnic fue muy claro en relación al comportamiento del tráfico en las redes. Aunque coincidió con ChileTelcos en que “Internet nunca tuvo cortes importantes”, sí se reconoció que pasadas tres horas el servicio comenzó a registrar intermitencias además de saturación en las antenas”.
Con 5G SA ¿esto no pasa?
Pero esta no es la primera vez que las infraestructuras de telecomunicaciones se ven sometidas a una situación de stress. Hecho que, en la mirada de José Ignacio Díaz, analista senior de investigación en telecomunicaciones de IDC, deja en evidencia que es necesario trabajar rápidamente para expandir la autonomía de las baterías que alimentan de energía a las antenas cuando se corta el suministro de energía.
“Hemos vivido dos situaciones importantes de stress de la infraestructura crítica. El año pasado sufrimos un temporal de viento y lluvia que hizo caer la red eléctrica y generó descompensaciones en el tráfico de la red móvil pero también falta de autonomía en los sitios móviles. Algunos se cayeron, otros se volaron pero a muchos les faltó la energía diesel para mantenerse operativos. Similar a lo que ocurrió ahora”, recordó.
Y puso el foco en el decreto 60 de infraestructuras críticas, mencionado por el ministro Muñoz, punto que en su mirada no fue cumplido.
A la falta de energía y los cortes que esto supone en materia de provisión de conectividad se suma otro aspecto, la fragilidad en el tráfico. “Cuando hay una aglomeración o una situación similar el servicio se corta completamente y eso genera inconvenientes como cuando hay conciertos en los estadios u otras actividades similares, y eso complica a los usuarios. Esto se da por factores técnicos. Y es que el 5G no está con la arquitectura SA, por lo tanto tampoco pueden hacer diferenciación de las redes”, apuntó Díaz.
Imagen: dtcreations/MorgueFile
En otras palabras, además de dotar a los sitios con la energía suficiente para que continúen operativas, con una infraestructura 5G SA que absorbe gran parte de ese tráfico que deja de circular por las redes fijas se podría hacer network slicing y garantizar, al menos, los servicios de comunicación básicos.
Esto es lo que, para Díaz, permite que los sitios se mantengan activos y se puedan balancear los tráficos. Pero avanzar hacia una arquitectura 5G SA depende de los tiempos de decisión de inversión de las operadoras más que de una obligación regulatoria.
Todo indica, por el momento, que lo más urgente es trabajar en el decreto 60 –que puede leerse desde aquí, y desde el artículo 38 observar lo vinculado con telecomunicaciones– para incrementar la autonomía de las baterías de las antenas de nivel 2. Las contingencias climáticas son cada vez más frecuentes en los países de América latina y contar con medidas preventivas suele ser menos costoso en términos de inversión y más tranquilizador para los clientes que pagan los servicios.
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El Decreto 60 es del año 2012 y la definición de cuáles sitios eran de Infraestructura Crítica (IC) nivel 2, con exigencia de 4 horas de autonomía, fue hecha en forma unilateral por los concesionarios, y debe al menos ser revisada por Subtel. Además, desde esa fecha se han agregado muchos sitios nuevos y han aumentado los consumos, entre otras causas debido a la introducción de 5G.
Aparte de aumentar la autonomía hay que respnder varias preguntas: ¿estarán todos esos sitios correctamente dimensionados para 4 horas de autonomía?, ¿la elección de los sitios IC nivel 2 es la adecuada o hay que redefinirlos? Es posible que aparte de aumentar la autonomía, sea necesario agregar más sitios al nivel 2.
Además hay que incorporar al Decreto 60, a los ISP que sin ser concesionarios de telefonía móvil entregan servicio de Internet a muchos usuarios vía FTTH o HFC, y a los nodos de fibra óptica relevantes, ya que si se corta la fibra que interconecta los sitios de IC, estos quedan aislados, aunque tengan energía.
Por último, algunos aspectos de lenguaje: no es correcto hablar de aumentar la autonomía de las “antenas”, éstas son elementos pasivos que no usan energía, mejor hablar de sitios, nodos, radio bases, BTS, etc. Tampoco hablar exclusivamente de baterías, ya que la autonomía se puede lograr de diversas formas, con grupos electrógenos, paneles solares, eólicos, etc.
Andrea Catalano
Estimado Patricio
Muchísimas gracias por su comentario tan valioso. Ayuda a ampliar mucho más la perspectiva y la importancia de avanzar con los cambios que se requieren en materia de autonomía de los sitios. La Subtel y el Ministerio de Transporte deberían tomar muy en cuenta estas consideraciones que está enumerando.
Sobre las expresiones que a veces utilizamos, aún sabiendo que no son las palabras precisas, en la escritura valen más los sinónimos que las repeticiones, y es por eso que, a veces, preferimos ir por ellos antes que hacer ruido en el texto con reiteraciones. De todos modos, muy agradecida por el comentario porque, felizmente, nos brindó más sinónimos de los que habitualmente usamos.
Un cordial saludo,
Andrea