Finalmente, el Gobierno de Italia será el nuevo dueño de Sparke, la filial de servicios mayoristas e infraestructura de cable submarino de Telecom Italia. La operadora quería desprenderse de esa unidad desde hace más de un año, luego de haber vendido su negocio fijo al fondo de inversión KKR. Ahora, TIM recibirá 700 millones de euros de parte de la administración comandada por Georgia Meloni por la venta de ese activo.
El gobierno italiano elevó la oferta por medio de un consorcio integrado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en su representación, y Retelit, un operador dedicado al negocio mayorista, y que es controlado por el fondo español Asterion. La propuesta fue aceptada este miércoles por el consejo de administración de la compañía -tenían tiempo para pronunciarse hasta el próximo viernes- y el contrato de venta podrá firmarse hasta el 1próximo 1 de abril. Una vez cumplido este paso, la expectativa es que la compra se termine de cerrar durante el primer trimestre de 2026.
“Tras un análisis exhaustivo y profundo (…) el consejo de administración (de Telecom Italia) ha aprobado por unanimidad la oferta presentada por el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia (MEF) y Retelit, que valora a Sparkle en 700 millones de euros”, explicó la compañía a través de un comunicado.
Más de un año de espera
El proceso encarado desde hace más de dos años en TIM fue acompañado por diversas consultoras financieras, como Vitale & Co, Goldman Sachs y Mediobanca, además del estudio de abogados Gatti Pavesi Bianchi Ludovici. Asimismo, recibió opinión favorable del Comité de Partes Relacionadas, que fue asesorado por el banco de inversiones Equita y el profesor de derecho corporativo Umberto Tombari, tal como informó Teletime.
La venta de Sparkle se inició en profundidad luego que TIM se desprendiera de su unidad de servicios fijos. A ese desprendimiento, encarado como parte de una estrategia del Grupo TIM para reducir deuda y volverse más ágil, le siguió el del negocio de cables submarinos. KKR, el fondo de inversión que se quedó con el negocio fijo y que es un actor sumamente activo en la industria de las telecomunicaciones, era hasta hace un año atrás el candidato que parecía reunir los mayores avales para avanzar también sobre esta unidad.
Pero las cosas cambiaron en el último año y el Gobierno de Italia, haciendo uso de la “potencia dorada”, una especie de privilegio que le permite bloquear acuerdos que involucran activos estratégicos del país, la hizo valer con esta transacción. De hecho, el consorcio liderado por el gobierno italiano presentó su oferta el pasado 19 de diciembre. Es la razón por la que Europa, el paso dado por el gobierno italiano es entendido como la decisión de Meloni de defender los activos considerados estratégicos y, en su visión, el control de infraestructuras de este tipo lo es, especialmente en un mundo donde gran parte de las tensiones geopolíticas se dan en el territorio tecnológico.
El poder de la infraestructura
Sparkle cuenta con una red de cables submarinos de más de 600.000 kilómetros. Posee 15 puntos de presencia (PoP) en Brasil, una red de nueve data centers, de los cuales dos se encuentran en Italia, cuatro en Grecia, uno en Turquía, otro en Israel y uno más en Panamá. Mediante esta plataforma ofrece soluciones de nube y multicloud, además de servicios para investigación y educación.
Tanto la venta de la unidad fija de TIM a KKR como, ahora, la venta de Sparkle fueron lideradas por Pietro Labriola quien, hasta el momento en que la compañía tomó la decisión de desprenderse de activos para recuperar dinamismo, comandaba los destinos de TIM Brasil.
Italia es, después de España, el país que más movimientos en materia de telecomunicaciones está registrando. No porque en los otros países no hayan consolidaciones o dinámicas similares. Pero, sin dudas, ambas naciones están mostrando parte del signo de los tiempos del sector.
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