Al cabo de su primer mes del segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó las órdenes ejecutivas que imponen aranceles generalizados a los tres mayores socios comerciales del país: China, Canadá y México; y el eco de las contrapartes ¿Cómo impacta esto a la industria de las telecomunicaciones? Lo hace de lleno en productos de electrónica pero también en la cadena de suministro de semiconductores, un insumo indispensable para el sector y su innovación, un negocio que factura alrededor de 611.000 millones de dólares. El efecto podría hacerse sentir en el valor de los productos alcanzados y una posible recesión, entre otras consecuencias.
El derrotero del ida y vuelta
El sábado 1 de febrero, el portal de Casa Blanca publicó una hoja informativa al respecto, en la que precisó la aplicación de un arancel adicional del 25 por ciento a las importaciones de todos los productos provenientes de Canadá y México (decisión suspendida por un mes en la tarde de este mismo lunes), además de un arancel adicional del 10 por ciento a las importaciones de Chin. Aclaró que los recursos energéticos de Canadá tendrán un arancel más bajo del 10 por ciento para el petróleo, el carbón, el uranio y los minerales críticos. Se trata de una medida que el país justificó por el impacto negativo que le provoca la inmigración proveniente de esos países.
En esa hoja informativa, disponible aquí, se ponderaron, entre otras cuestiones, los indicadores económicos: “El acceso al mercado estadounidense es un privilegio. Estados Unidos tiene una de las economías más abiertas del mundo y los aranceles promedio más bajos del mundo. Si bien el comercio representa el 67 por ciento del PIB de Canadá, el 73 por ciento del PIB de México y el 37 por ciento del PIB de China, equivale solo al 24 por ciento del PIB de Estados Unidos. Sin embargo, en 2023 el déficit comercial de bienes de Estados Unidos fue el más grande del mundo, con más de un billón de dólares”. También advirtió que “los aranceles son una poderosa y probada fuente de influencia para proteger el interés nacional”.
Se trata de una medida que profundiza una estrategia de endurecimiento de las relaciones comerciales con estos países, pero también con otras naciones y mercados; que comenzaron en la primera gestión de Trump. En medio, durante la administración de Joe Biden, se sostuvieron con legislaciones como la de Ley de Chips y Ciencia de 2022, que también fue criticada por la industria.
En la tarde de este lunes 3 de febrero, Trump y su par en México, Claudia Sheinbaum anunciaron un principio de acuerdo, luego que la primera mandataria mexicana se comprometiera a reforzar la frontera. De esta manera, los aranceles se suspendieron por un mes, tal como la prensa internacional en general y la BBC en particular dieron a conocer.
No es novedad que México y Estados Unidos tengan estrechas relaciones comerciales. En lo que a semiconductores refiere, hace tres años, Tatiana Clouthier, secretaria de Economía de México planteó ante la Comisión de Economía en el Senado de su país, en el marco de trabajos del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) entre México y Estados Unidos, el interés oficial de colaborar en el desarrollo de la industria de chips y semiconductores (con el aporte de obleas o wafers). En ese marco se había acordado trabajar en conjunto para fortalecer la cadena de producción. Así, se tendieron lazos con México, pero no con China. Y, por estas horas, la novedad de DeepSheek también recuerda que ese bloqueo no resultó del todo efectivo.
Canadá anunció lo propio. El primer ministro del país, Justin Trudeau, dijo que impondrá aranceles del 25 por ciento a los productos estadounidenses que ingresen a su territorio a partir del 4 de febrero, aunque vigentes dentro de 21 días. Según los especialistas de S&P Global –aquí– la medida podría significar un golpe a la economía del país pero que diseñará un paquete de apoyo económico para impulsar las industrias más afectadas.
En principio, el primer impacto de estas decisiones afectó a las bolsas de todo el mundo, con un resultado claro hasta ahora: el fortalecimiento del dólar frente a otras monedas. Cómo impactará ese aspecto en los insumos, productos y servicios que requiere el sector de las telecomunicaciones es algo que habrá que observar a partir de ahora. Lo único que parece estar claro es que el mundo se reacomodará, una vez más.