La industria de las telecomunicaciones enfrenta un panorama de riesgos en constante evolución, tal como lo describe el informe Top 10 Risks in Telecommunications 2025 de Ernst & Young (EY). Este documento no solo detalla los desafíos actuales, sino que también identifica tendencias emergentes que exigen una respuesta estratégica inmediata por parte de los operadores. Aunque el sector ha mostrado resiliencia frente a desafíos recientes, como la crisis del costo de vida, los riesgos derivados de factores tecnológicos, regulatorios y competitivos obligan a repensar los modelos operativos y de negocio.
El informe subraya un cambio significativo en el perfil de riesgos del sector, evidenciado por la incorporación de dos nuevos desafíos entre los diez principales: la “transformación ineficaz a través de nuevas tecnologías” y la “incapacidad para mitigar la disrupción en la cadena de valor”. Estos riesgos reflejan la necesidad de modernizar tanto las infraestructuras como los procesos internos, adoptando tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y las redes 5G standalone para mejorar la eficiencia y la agilidad organizacional.
La IA ocupa un lugar destacado en el informe como una herramienta clave para la transformación, pero también como un riesgo potencial si no se implementa adecuadamente. Según el estudio, el 57 por ciento de los operadores ya emplea IA para mejorar la experiencia del cliente, mientras que una encuesta global revela que dos tercios de los consumidores demandan mayor transparencia sobre su uso. Además, la IA está ampliando las superficies de ataque en ciberseguridad. Los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) dirigidos a las telecomunicaciones representaron el 57 por ciento de todos los ataques de este tipo en la primera mitad de 2024, con la IA facilitando tácticas más sofisticadas y difíciles de detectar.
Este panorama, combinado con el creciente volumen de tráfico de datos impulsado por aplicaciones de IA, pone bajo presión la capacidad de las redes existentes. Aunque la IA puede mejorar la gestión de redes mediante la predicción de fallas y la optimización de recursos, su adopción debe ir acompañada de inversiones significativas en infraestructuras resilientes.
Otro riesgo clave identificado es la gestión inadecuada del talento, las habilidades y la cultura organizacional. El 73 por ciento de los ejecutivos de telecomunicaciones considera que la atracción y retención de talento es el mayor desafío estratégico. A pesar de ello, el informe señala que el alto grado de trabajo remoto en el sector —41 por ciento de las empresas permiten modalidades completamente remotas— dificulta la colaboración y limita las oportunidades de formación presencial. Esta dinámica obliga a las telcos a rediseñar sus estrategias de recursos humanos, priorizando la capacitación y la adopción de modelos de trabajo híbridos que fomenten tanto la eficiencia como la innovación.
La sostenibilidad, aunque cada vez más presente en las agendas corporativas, sigue siendo un área de mejora para las telecomunicaciones. Solo el 26 por ciento de las empresas del sector incluyen riesgos relacionados con el cambio climático en sus estados financieros, y menos de la mitad comunica planes específicos para la transición hacia fuentes de energía renovable. Esta falta de acción contrasta con las expectativas regulatorias y de los inversores, que demandan mayor transparencia y compromiso. EY destaca la necesidad de desarrollar estrategias que integren objetivos de sostenibilidad a largo plazo con métricas claras para evaluar su progreso.
La incapacidad para aprovechar nuevos modelos de negocio, como la monetización de APIs de redes, es otro desafío destacado. Con un crecimiento proyectado del 57 por ciento anual compuesto hasta 2028, según datos de IDC mencionados en el informe, los ingresos generados por APIs basadas en la calidad de servicio y otros factores representan una oportunidad significativa. Sin embargo, esta transformación depende en gran medida de la implementación de redes 5G standalone y de la capacidad de las telcos para colaborar con un ecosistema más amplio, que incluye hiperescalares y empresas de tecnología.
El informe también aborda la creciente competencia proveniente de actores externos, como los hyperscalers y las empresas satelitales, que están redefiniendo las reglas del juego. Aunque estas empresas inicialmente colaboran con las telcos en áreas como el edge computing y la conectividad remota, su capacidad para ofrecer soluciones integrales podría desplazarlas en sectores clave como 5G privado para empresas.
Además, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) de las telcos, que representa solo el uno por ciento de sus ingresos, palidece en comparación con el 17 por ciento de los proveedores de equipos de red. Este desequilibrio subraya la necesidad de aumentar las inversiones en innovación para mantenerse competitivos en un entorno en constante cambio.
El informe de EY deja claro que el sector de las telecomunicaciones enfrenta un futuro lleno de desafíos, pero también de oportunidades. La clave para navegar este complejo panorama radica en una gestión integral de riesgos que permita a las empresas identificar y mitigar amenazas mientras aprovechan nuevas oportunidades de crecimiento, dice. La transformación tecnológica, la sostenibilidad y la colaboración con ecosistemas más amplios serán fundamentales para que las telcos no solo sobrevivan, sino prosperen en este entorno dinámico.