Lo que parecía un acuerdo súper conveniente terminó cayendo en saco roto. DirecTV, al final, no comprará a su rival Dish, con el que esperaba conformarse en el mayor operador de televisión paga de los Estados Unidos. ¿La razón? No se pusieron de acuerdo con el tema de la deuda. Siempre el vil metal.
El convenio firmado en hace dos meses DirecTV y Dish iba a dar lugar a un proveedor de TV paga con más de 20 millones de clientes. Pero para que esto fuera posible, los tenedores de bonos de Dish tenían que aceptar intercambiar su deuda actual por deuda nueva, lo que suponía una quita estimada en unos 1.570 millones de dólares, sobre una deuda de 9.750 millones de dólares.
DirecTV había ofrecido un dólar para quedarse con la operación de Dish, a cambio de asumir esa deuda y proponer la quita mencionada. Pero cerca de un 85 por ciento de los acreedores no quiso saber nada con la propuesta. Por eso, Bill Morrow, CEO de DirecTV, dijo: “Hemos terminado la transacción porque los términos de intercambio propuestos eran necesarios para proteger el balance de DirecTV y nuestra flexibilidad operativa”.
Cuando en septiembre pasado se conoció el acuerdo, fue visto como una consolidación estratégica en un mercado en franca retracción. La cantidad de suscriptores de TV paga se viene reduciendo año a año en la última década, y las fusiones parecen ser el camino para sobrevivir de la manera más saludable posible.
El acuerdo también suponía un salvavidas a EchoStar que tiene una deuda de más de 20.000 millones de dólares. La venta de Dish iba a salvar gran parte de ese rojo y conseguir un poco más de tiempo para terminar de resolver el resto de los pasivos. Pero la falta de acuerdo terminó dando por tierra con esta fusión que, desde que se anunció de manera oficial, fue considerada como un hecho.
Hasta AT&T, la ex dueña de DirecTV, hizo su aporte casi en simultáneo a este convenio cuando terminó de venderle el 30 por ciento que le quedaba de la operadora de TV paga al fondo de inversión TPG por unos 1.800 millones de dólares. Ni siquiera ese esfuerzo sirvió para dar lugar a un nuevo prestador de contenidos pagos, que se esperaba más robusto y sustentable.