El uso responsable de la IA por parte de los operadores no es sólo un imperativo ético sino de negocio

El debate sobre la responsabilidad en la inteligencia artificial (IA) está cobrando cada vez más fuerza, y se está consolidando como una prioridad tanto para las grandes empresas tecnológicas como para los operadores de telecomunicaciones. Dos ejemplos recientes de este enfoque son el proyecto T.H.E. AI de SK Telecom y el último informe de McKinsey, ambos resaltando la importancia de un marco ético para el desarrollo y uso de IA en la industria. Los operadores están comenzando a entender que, para competir en un mundo cada vez más impulsado por la IA, no solo deben implementar soluciones tecnológicas avanzadas, sino también asegurarse de que estas soluciones sean responsables, transparentes y éticamente correctas.

El proyecto T.H.E. AI de SK Telecom, cuyo nombre significa “por Telco, para la Humanidad y con Ética”, destaca la necesidad de que la IA sea desarrollada y utilizada con un fuerte enfoque en la ética y el impacto humano. Este compromiso con la responsabilidad y la ética no solo busca mejorar las capacidades tecnológicas, sino también asegurar que su uso sea beneficioso y no perjudicial para los usuarios y la sociedad en general. En su comunicado reciente, SK Telecom subrayó que, aunque la IA presenta oportunidades inmensas, también trae consigo grandes responsabilidades, y el proyecto T.H.E. AI está diseñado precisamente para enfrentar esos desafíos.

Por su parte, McKinsey, en su informe sobre IA responsable (RAI, por sus siglas en inglés), señala que los operadores de telecomunicaciones que adopten marcos responsables podrán desbloquear nuevas fuentes de ingresos y, con ello, estimular un crecimiento largamente esperado en la industria. Según McKinsey, la nueva tecnología ofrece a los operadores una nueva oportunidad para reinventarse y convertirse en organizaciones nativas de IA, donde se integre en cada aspecto del negocio para impulsar el crecimiento. Sin embargo, esta transformación solo será posible si los operadores implementan IA de manera ética y segura, garantizando que se cumplan todas las normativas y regulaciones vigentes.

El informe de McKinsey también resalta que, si los operadores logran implementar IA responsable, podrían capturar hasta 250.000 millones de dólares en valor a nivel mundial para 2040. Esto representaría aproximadamente el 44 por ciento del valor total que la IA generaría en la industria durante ese período. El análisis de McKinsey sobre 100 casos de uso de IA en telecomunicaciones sugiere que aquellos operadores que adopten prácticas avanzadas de RAI podrán desplegar soluciones que mejoren tanto la eficiencia operativa como la experiencia del cliente, generando beneficios tanto comerciales como reputacionales.

Ambos enfoques, tanto el de SK Telecom como el de McKinsey, señalan la importancia de adoptar principios éticos y normativos en el uso de la IA. Si bien las telecomunicaciones son una industria altamente regulada, los operadores deben ir más allá de las exigencias legales y adoptar marcos éticos sólidos que refuercen la confianza del consumidor, protejan los datos sensibles y mitiguen los riesgos de seguridad. En este sentido, tanto SK Telecom como McKinsey coinciden en que la responsabilidad en IA no solo es una obligación ética, sino también un imperativo comercial y del negocio.

Además, McKinsey destaca que actualmente existen grandes obstáculos para la implementación de marcos sólidos de RAI en la industria de las telecomunicaciones, incluyendo la falta de estándares claros y la limitada disponibilidad de modelos de madurez para evaluar la preparación de las empresas en términos de IA responsable. A pesar de estos desafíos, ambas fuentes insisten en que los operadores de telecomunicaciones que actúen ahora y adopten la IA responsable estarán mejor posicionados para liderar en un mercado competitivo y tecnológicamente avanzado.

Tanto el proyecto T.H.E. AI de SK Telecom como el análisis de McKinsey señalan que el éxito futuro de los operadores de telecomunicaciones no dependerá solo de la adopción de tecnologías avanzadas de IA, sino también de su capacidad para hacerlo de manera ética y responsable. A medida que la IA continúe transformando la industria, será esencial que las empresas adopten marcos sólidos de RAI para garantizar que esta transformación genere un impacto positivo y sostenible, tanto para los operadores como para sus clientes y la sociedad en general.

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Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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