A la pregunta sobre qué tan inteligentes son las ciudades en América latina se la podría reformular en términos de qué tan digitales son y, entonces, en función de ello, establecer qué nivel de transformación pueden aspirar. Por estas horas, el gobierno de Colombia presentó una plataforma que permite establecer el estado de situación y los lineamientos a seguir por un municipio que quiera ser una Ciudad Inteligente. Y se suman a los pasos dados y los logros alcanzados en Brasil y Chile.
La apuesta por la inteligencia artificial (IA) y la mejora regulatoria para optimizar el uso del espectro para servicios de telecomunicaciones, es el común denominador.
La plataforma colombiana
En Colombia, se están invirtiendo más de siete millones de dólares (30.000 millones de pesos) en la cofinanciación de proyectos de ciudades inteligentes en diferentes zonas del país. A la precisión de la apuesta la ofreció Mauricio Lizcano, titular del Ministerio de la Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) en el marco del Encuentro Regional de Ciudades Inteligentes, que se realizó en Marinilla, para presentar una plataforma que acompañe a los municipios en estas apuestas.
Se trata de la Plataforma de Ciudades y Territorios Inteligentes, es un framework para los municipios que quieren hacer esta transformación y evita que los municipios tengan que contratar una consultoría para determinar el estado de situación y los parámetros necesarios para avanzar con la transformación, tal como lo señaló el ministro.
Foto creada con ChatGPT
Allí, el funcionario precisó que este anuncio se inscribe en los lineamientos establecidos en la Resolución 1117, de 2022, y que prevé el camino de transformación digital de las ciudades, e instó a la utilización de la plataforma que, creada ad hoc, permite evaluar las necesidades y establece orden de urgencias.
Para ello, toma seis dimensiones de análisis: medioambiente, hábitat, desarrollo económico, personas, gobernanza y calidad de vida. Luego, cada una de ellas tiene subdimensiones en las que la tecnología aporta herramientas para solucionar problemas concretos, muchos de ellos consecuencia de su propio crecimiento.
Entre las soluciones que posee la Plataforma se encuentran habilidades de interoperabilidad, analítica avanzada de datos y gestión de dispositivos de Internet de las Cosas, entre otras, y se inscribe en una estrategia que busca mejorar la calidad de vida de las poblaciones pero también ofrecer datos a los gobiernos para que tomen decisiones basadas en evidencias.
“Este modelo de gobernanza parte de incluir a todos los actores: el Gobierno, el sector privado, la academia, los ciudadanos, las entidades públicas, los empresarios. Hay que entender que la tecnología no se mueve solo desde el punto de vista del Gobierno, tienen que estar involucrados todos los actores, porque un solo ministro o un solo alcalde no pueden hacer una ciudad inteligente”, dijo Lizcano.
Por ejemplo, los 23 municipios que conforman el Oriente Antioqueño fueron identificados como aquellos que “tienen todo el potencial para convertirse en territorios inteligentes”, y el MinTIC avanzará en iniciativas de apoyo para concretar esa transición; al tiempo que instó a otros municipios, pero también a representantes de la sociedad civil, del empresariado y de y la academia, a sumarse.
Imagen: Masaaki Komori/Unsplash
Por ejemplo, en lo que al medioambiente refiere, existen dispositivos que permiten medir la calidad del aire, aumentos en niveles de ríos, gestión de residuos e impacto del cambio climático y cuyo uso dota de inteligencia a una ciudad y que, además, se inscriben en la estrategia de hacer de Colombia una PotencIA Digital.
Cabe recordar que PotencIA Digital es la marca que anunció el gobierno de Colombia hace un semestre en su plan para convertirse en un hub digital regional, y en torno al que unificó sus estrategias vinculadas a la conectividad, la educación y el desarrollo de ecosistemas de innovación, pero también al desarrollo de la IA y la ciberseguridad.
La apuesta de Brasil
La semana pasada, el gobierno de Brasil publicó un decreto en el que busca impulsar el desarrollo de Ciudades Inteligentes. Si, el tercer país más grande de América y el quinto más grande del mundo, pone todo para consolidar su liderazgo. En ese sentido, avanza en iniciativas vinculadas al desarrollo de la conectividad, de un plan estratégico para el desarrollo de la inteligencia artificial, con neoindustrialización e innovación en telecomunicaciones, por citar algunas de las apuestas.
Este año y hasta el 30 de noviembre, Brasil ocupa la presidencia del G20, conglomerado que reúne a 19 países (Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía) y los organismos regionales Unión Africana y la Unión Europea. En total, estos Estados representan alrededor del 85 por ciento del PIB mundial, más del 75 por ciento del comercio mundial y alrededor de dos tercios de la población mundial.
Este año, a su tradicional agenda macroeconómica, se sumaron temas como el comercio, el desarrollo sostenible, la salud, la agricultura, la energía, el medio ambiente, el cambio climático y la lucha contra la corrupción.
Allí, en el relevamiento publicado en enero de 2024, se valoraron las apuestas de Ciudades Inteligentes desarrolladas, por ejemplo, en Japón, por el sistema de tráfico implementado en Tokio cuyos sensores monitorean y optimizan el flujo de vehículos. También se subraya la apuesta de Londres, en Reino Unido, donde se usa un sistema de iluminación pública inteligente que permite ahorrar energía, pues ajusta la intensidad de la luz a partir de las condiciones ambientales.
Pero en lo que a Brasil respecta, en ese documento –aquí– se destaca la creación del Centro de Operaciones de Río de Janeiro (COR) que desde 2010 y por medio de una plataforma de monitoreo, integra datos de diversas fuentes para ayudar en la gestión de crisis, tránsito y condiciones climáticas.
Se trata de una apuesta que recurre a la IA para monitorear el tráfico local que registra un promedio de 1.200 incidentes mensuales que se basa en una estructura de monitoreo compuesta por más de 2.500 cámaras distribuidas por toda la ciudad.
Chile, la más digital
En este repaso, cabe recordar que a comienzo de este año se conoció la novena edición del índice IESE Cities in Motion (ICIM) en la que -disponible aquí-, se exhibe a Chile en el puesto 91 del ránking global, pero primero del regional. Detrás suyo se encolumnaron: segunda Buenos Aires (Argentina), 102 en el global; y tercera Montevideo (Uruguay) en el regional y 121° global.
En el caso de Chile, el reporte destaca el camino que Santiago de Chile emprendió en 2017, con el objetivo de era electrificar el 25 por ciento de su flota de autobuses públicos hacia 2025; una meta que fue superada antes de lo previsto. En 2023 ya se había logrado electrificar el 30 por ciento de la flota, unas 7.000 unidades.
Si se repara en la coyuntura de Chile, también se puede observar la apuesta por erigirse en un hub digital, donde las telecomunicaciones ocupan un lugar central. Hace tres meses, se oficializó que el acceso a Internet es un servicio público inscripta en un plan por lograr que todas las comunas continentales estén conectadas a la red de redes en 2026.
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