La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) es el ámbito en que operadores de telecomunicaciones y operadores de servicios satelitales de orbita baja (LEO) asisten a un intercambio epistolar que exhibe cuestiones de competencia y de lobby regulatorio intenso. Si en el TEG de la geopolítica, las comunicaciones terrestres y no terrestres, de los servicios de banda ancha directa al celular (D2D, por sus siglas en inglés) y de la nueva carrera espacial, los operadores telcos europeos, con AST SpaceMobile, de un lado, y SpaceX, del otro, intercambian el turno para mover sus fichas y cruzar acusaciones.
¿Qué pasó? En los últimos días, la FCC recibió dos presentaciones de porte, realizadas por los operadores de telecomunicaciones de Europa y por SpaceX en relación a la posibilidad de permitir (o no) “relajar las salvaguardas” de interferencias que, hasta ahora, protegen a las prestaciones que se ofrecen bajo licencia de espectro en las redes móviles terrestres.
Los operadores móviles están preocupados por los niveles de potencia que utiliza SpaceX para ofrecer sus servicios D2D, que ya están en la antesala de su lanzamiento a través de Starlink y que dice necesitar para conectar a los clientes de T-Mobile, y se lo hicieron saber al regulador estadounidense. Como es de esperarse, la respuesta de Elon Musk no tardó en llegar y apuntó fuerte contra “la restricción a la entrada competitiva en los mercados europeos” y contra “las amenazas legales infundadas de los inversores y socios de AST”.
Sí, la cuestión del límite de las emisiones fuera de banda (OOBE), a partir de la inminente masividad de los servicios D2D, plantea un profundo debate regulatorio y de competencia.
La carta de los operadores europeos
“Escribimos en nombre de varios de los principales operadores de redes de telefonía móvil y proveedores de servicios en Europa, un mercado con unos 450 millones de usuarios móviles”, dice la misiva que lleva la firma de Manuel Kohnstahmm, Chief Corporate Affairs Officer de Liberty Global; Nicolas Guerin, General Secretary de Orange; Balesh Sharma, Group CEO de PPF Telecom Group; Pablo de Carvajal, General Counsel & Regulatory Affairs de Telefónica; Rita Skjaervik, EVP People Sustainability & External Relations de Telenor; Alexandra Delvenakiotis, Vice President Corporate Affairs de United Group; y Joakim Reiter, Group External Affairs Director de Vodafone, y que data del 30 de septiembre.
“Si bien admiramos el apoyo de la FCC a la innovación en servicios móviles, incluido su procedimiento de Cobertura Suplementaria desde el Espacio (“SCS”), que podría permitir a las redes satelitales brindar servicios Direct-to-Device (“D2D”) a teléfonos móviles estándar, y los beneficios que esto podría traer, nos preocuparía mucho si la FCC apoyara las solicitudes del sector satelital para permitir cualquier relajación de las salvaguardas para proteger a los operadores de redes móviles terrestres con licencia y a sus usuarios de interferencias perjudiciales”, agregaron.
“En particular, la FCC debe rechazar cualquier esfuerzo por relajar su límite agregado de Emisión Fuera de Banda (“OOBE”) de -120 dBW/m2 /MHz (el “límite de -120”). El límite de -120 representa el nivel mínimo de protección que los operadores de redes móviles requieren contra emisiones espurias -en el espectro de banda baja (<1 GHz) y en el de banda media (1-2 GHz)- si quieren tener alguna garantía de que pueden seguir ofreciendo los niveles de servicio terrestre comprometidos en cada mercado” dice. Y sentencia que “cualquier relajación que degrade la utilidad del espectro que los operadores móviles han licenciado de sus respectivas autoridades nacionales, y que socavaría la calidad del servicio y aumentaría los costos de implementación, sería fundamento legal para reclamar daños y perjuicios”.
La carta también compara cuestiones vinculadas a la topología que diferencia los territorios europeos de los estadounidenses. “También es importante apreciar que las redes móviles en Europa están diseñadas para operar dentro de territorios nacionales más pequeños y con vecinos mucho más cercanos, en comparación con los Estados Unidos, lo que impone restricciones adicionales para lograr un funcionamiento sin interferencias. Y para ser claros, el problema es específico de los servicios satelitales D2D, no de los servicios de banda ancha satelital fijos que operan en bandas FSS (servicios satelitales fijos)”.
En el planteo presentado, ellos subrayan que la UIT “prohíbe la asignación de cualquier frecuencia en derogación del Cuadro Internacional de Asignación de Frecuencias, salvo que exista una condición expresa de que la estación no causará interferencia perjudicial” y que “cualquier sistema D2D que se implemente en frecuencias celulares, en lugar de una asignación de servicio móvil por satélite (SMS), debe satisfacer la obligación de no interferencia del artículo 4.4, y no aceptamos que un sistema D2D que funcione con un límite de OOBE más relajado que -120 dBW/m2 /MHz satisfaga esta condición fundamental”.
Argumentan, además, que ese límite OOBE de -120 debería considerarse como el “mejor caso” porque el “impacto de la interferencia en los operadores móviles terrestres y sus clientes podría verse amplificado en el caso de que estuvieran en funcionamiento varios sistemas satelitales D2D en competencia, o de que un operador D2D individual aumentara el número de satélites en órbita y el nivel compuesto de interferencia coincidente que resulta”
“Además, nos preocupa que cualquier relajación también pueda resultar en un aumento de la interferencia en los componentes de enlace ascendente de las redes terrestres que operan en bandas adyacentes”, agregaron.
En la misiva, los operadores recuerdan una presentación realizada por AT&T a la FCC en la que demostraba que un límite OOBE más relajado “causaría una reducción promedio del 18 por ciento en el rendimiento de enlace descendente de la red celular en ciertos bloques de espectro. En nuestra opinión, esto representaría una violación legal de los derechos de propiedad del operador terrestre móvil autorizado y la base para reclamar daños y perjuicios”.
En el cierre de esta misiva, disponible aquí, las telcos europeas admiten que “acogemos con agrado las perspectivas de cobertura complementaria desde el espacio y el liderazgo que ha demostrado la FCC en esta área, pero en beneficio de los clientes móviles, operadores de red y proveedores de servicios de Europa, las soluciones D2D deben respetar el límite establecido de -120 dBW/m2 /MHz y los proveedores de satélite deben trabajar para cumplir con este requisito antes de que puedan ser autorizadas”.
La respuesta de SpaceX no tardó en llegar
“Como han demostrado los acontecimientos recientes, la cobertura complementaria de los operadores satelitales no puede llegar con la suficiente rapidez para proporcionar comunicaciones durante desastres naturales y apoyar a los equipos de respuesta a emergencias. Pero mientras T-Mobile y SpaceX compiten por proporcionar este servicio necesario a los estadounidenses en todas partes, los inversores extranjeros y socios (…) de AST no se detienen ante nada para frenar el progreso”, dice en sus primeras líneas la nota que SpaceX presentó este miércoles 2 de septiembre, en la que carga contra AST SpaceMobile.
La respuesta fue fuerte y al hueso: “AST y sus inversores continúan su campaña de Tierra arrasada para paralizar las operaciones de competición directa a celular, incluso si sus esfuerzos significan que los estadounidenses no pueden conectarse de manera confiable durante emergencias y los sistemas satelitales estadounidenses se encuentran en desventaja competitiva en los mercados internacionales”.
“Aparentemente no contento con dañar únicamente la competencia en Estados Unidos, AST ahora está llevando su campaña de desinformación al extranjero reclutando a sus inversores y socios europeos para que repitan como loros sus argumentos y dañen la competencia allí también”, dice la misiva
Además, SpaceX dice que su solicitud de exención “se basa en firmes motivos técnicos, legales y de interés público”, cuestiona los argumentos exhibidos en la misiva anterior por no proporcionar “ningún respaldo técnico para sus engañosas afirmaciones” y redobla la apuesta: “Si su afirmación de que esta norma es verdaderamente la mejor de las posibilidades en el bloque G de PCS es correcta, entonces las operaciones de AST en frecuencias más bajas causarían 10 veces más interferencias a los usuarios que el nivel de protección que exigen a los competidores de AST”.
En su misiva, la empresa satelital de Elon Musk solicita una “evaluación dinámica de las emisiones totales fuera de banda para complementar su análisis de haz único para garantizar que AST no cause la interferencia excesiva que sus inversores y socios falsamente reclaman contra sus competidores”.
“Si bien las administraciones nacionales europeas y las autoridades de competencia están en la mejor posición para decidir si AST está coludiendo inapropiadamente para obstaculizar la entrada competitiva en los mercados europeos, la Comisión no debería ceder ante las amenazas legales infundadas de los inversores y socios de AST” dice SpaceX.
Inclusive, en esa presentación -que está disponible aquí– dice que la FCC “no puede aceptar el intento de estos operadores extranjeros de intimidarla para que se ponga en la posición de otras administraciones” y le recomienda “ver más allá de la defensa anticompetitiva de AST y su conjunto de inversores y socios y conceder rápidamente la solicitud de SpaceX para brindar una cobertura complementaria verdaderamente ubicua y sólida desde el espacio a personas de todo el mundo”.
Otros elementos para poner en contexto este enfrentamiento
Medios internacionales como Telecoms y Lightreading también dieron cuenta de esta situación y agregaron que durante agosto, fueron dos los operadores de telecomunicaciones estadounidenses que habían solicitado de forma separada que la FCC denegara una solicitud de exención de las normas de potencia de SpaceX, por las interferencias perjudiciales que esto podría provocarles.
También aportaron que SpaceX dijo necesitar 300 satélites con capacidad D2D para garantizar la prestación comercial de telefonía a satélite a través de T-Mobile en ese país pero que, además de no haber lanzado sino unos 200 satélites de este tipo, espera la aprobación regulatoria oficial para que T-Mobile pueda comercializarlo.
Otro elemento a resaltar es que la intención de ofrecer servicios D2D no es exclusiva de SpaceX y AST SpaceMobile, sino que hay muchos otros actores en ese camino, como EchoStar, Omnispace, Ligado Networks, Skylo, Lynk Global, Viasat, y Globalstar con Apple, por citar algunos.
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