Mientras quita las viejas redes de cobre, Telefónica despliega más fibra óptica en los países de América latina que actúan bajo la unidad Hispam. Un movimiento que le permite ganar eficiencias en términos de consumo energético, manejo operativo y calidad de servicio. El juego simultáneo en varios frentes le está permitiendo a la operadora prever un horizonte de crecimiento del negocio fijo hacia adelante y mejores costos operativos, condiciones que destacan en un mercado que transita una fuerte consolidación.
Aunque ya había dado a conocer sus números sobre el negocio de fibra al hogar durante la comunicación de los resultados del segundo trimestre del año, Telefónica Hispanoamérica informó que hasta julio de 2024 contabilizó más de 18 millones de hogares pasados con fibra. Es decir, con la posibilidad de contratar el servicio. Cifra que casi cuadruplica los más de 5,65 millones de viviendas que ya acceden a la banda ancha por fibra óptica.
Argentina ya cuenta con 1,5 millones de clientes con fibra óptica, tal como fue anunciado la semana pasada en el marco del Hispam Digital Forum. Colombia la sigue de cerca con 1,4 millones de clientes. Ambos fueron los países que más crecieron en el segundo trimestre del año: 31 por ciento y 22 por ciento de manera respectiva.
Movistar Chile, donde el despliegue de esta tecnología también ha sido fenomenal, ya contabiliza 1,3 millones de clientes. Perú cuenta con unos 775.000 hogares conectados mientras que México totaliza unos 400.000 y Ecuador cierra la grilla con unos 278.000.
Todo indica que habrá un esfuerzo comercial importante en comenzar a rentabilizar la inversión realizada en la construcción de estas redes. Hecho que impactará también en los ingresos a futuro del segmento de banda ancha fija.
Este desarrollo, impulsado a través de distintas figuras según de qué país se trate – con On Net Fibra en Chile y Colombia, y a futuro con KKR en Perú; y con Sion, Metrotel e Iplan en Argentina- también supuso levantar las viejas redes de cobre.
Cuidado ambiental y negocio
En ese sentido, la compañía informó a través de un comunicado que como parte de la renovación de su infraestructura, y en marco de los planes de Acción Climática y de Economía Circular del Grupo, entre 2022 y 2023 replegó más de 30.000 tonelada de cobre entre sus filiales de Argentina, Chile, Colombia y Perú.
Imagen: gracey/MorgueFile
Esta cantidad se suma a otras más de 25.000 toneladas de cobre que, se espera, se levanten durante este 2024, lo que se traduciría en 55.000 toneladas de cobre levantadas. Por puro ejercicio periodístico, si la operadora logra vender la totalidad de la previsión de red de cobre levantada y por levantar, podría obtener unos 490 millones de dólares. El valor de la tonelada de cobre se mantiene estable a lo largo del tiempo, en torno a los 8.300 dólares la tonelada.
Las cosas, no obstante, son lineales como los cálculos. No obstante, los planes de sostenibilidad de la operadora van en esa dirección y podrían estar colaborando tanto en la eficiencia inversora como de consumo energético dado que la fibra óptica es mucho más amigable con el ambiente que el cobre.
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