El destino de la banda E en Brasil promete generar un intenso contrapunto entre las operadoras móviles y las satelitales, inclusive entre estas últimas también. La consulta pública de la Antel en torno al futuro de las radiofrecuencias ubicadas entre los 71 GHz y los 76 GHz puso de un lado a Vivo, TIM y Claro y, del otro, a Starlink y Amazon que solicitaron este recurso para la ampliación de los servicios de sus constelaciones actuales y futuras. ViaSat y Hughes también hicieron oír su voz.
Esta historia comenzó cuando Starlink solicitó el uso de las bandas de 71 GHz a 76 GHz y de 81 GHz a 86 GHz, ambas correspondientes a la banda E, para operar más de 7.500 satélites de segunda generación en este país. La compañía, que brinda servicios en el país desde 2022, cuenta con más de 4.400 vehículos brindando servicios en las bandas Ku y Ka, pero ahora requirió un nuevo permiso para sumar los vehículos en producción.
El regulador llamó a consulta pública y los operadores móviles pusieron sus reparos por los efectos que la eventual autorización tendría sobre los enlaces de microondas existentes en el país con los que se brindan servicios a distintas localidades, tal como lo reflejó el medio especializado Teletime en una serie de artículos.
Qué dicen los operadores móviles
Claro aseguró que posee un número importante de enlaces de microondas en esa banda, entre activos o en fase de implementación. “Actualmente contamos con enlaces de microondas en Banda E con presencia en alrededor del 50% del territorio nacional”, aseguró la empresa en el marco de la consulta.
Argumentó que la radiofrecuencia en esta banda es eficiente y permitió cubrir demandas en donde es técnica y económicamente inviable construir una red de fibra óptica. “Así, al otorgar el derecho a explorar satélites en esta banda de frecuencia a la empresa satelital Starlink, se presenta un escenario que requiere cautela, debido a los riesgos de interferencia intersistemas, que pueden impactar no sólo técnicamente, sino también financieramente, considerando que este esta banda permite un gran volumen de tráfico que demanda el 5G”, amplió la compañía.
Por eso pidió conformar foros entre las empresas autorizadas a fin de encontrar la mejor solución en torno al uso de esa banda.
Vivo también pidió cautela. Y consideró que para las móviles la banda E es estratégica para el backhaul. “Es fundamental seguir utilizando la banda E (71-76 y 81-86GHz) como backhaul dirigido al servicio móvil de última generación”, subrayó la filial brasileña de Telefónica. Solicitó, en este escenario, esperar los resultados de los estudios en marcha sin afectar las redes existentes. Recordó, además, que la misma “FCC postergó cualquier acción sobre los planes de utilizar la banda E frecuencias para satélite, ya que es necesario establecer condiciones para su uso”. No obstante, el regulador norteamericano estableció una postura que se mencionará más adelante.
Destacó la necesidad de tener un marco regulatorio adecuado basado en la creación de estándares globales para la localización de objetos espaciales o para la eliminación activa de desechos. Esto debido a que los nuevos satélites de Starlink serán más pesados que los primeros y se corren nuevos riesgos de colisiones espaciales.
¿Qué dijo TIM? Apuntó a la necesidad de promover una coexistencia armoniosa entre los sistemas de Starlin y los servicios móviles. Consideró que la estaciones remotas de Starlink deben estar registradas en el sistema Mosaico de Anatel de forma secundaria para poder coordinar de manera adecuada las frecuencias y proteger los sistemas en funcionamiento.
Amazon pide flexibilidad y advierte
Amazon, que avanza con su proyecto Kuiper, también dio su parecer. Lo primero que señaló fue la necesidad de contar con una política espacial flexible para las constelaciones LEO. La compañía anunció hace unos meses que ofrecería sus servicios a través de Vrío como modo de generar la expectativa antes del lanzamiento comercial, previsto para 2025.
“Amazon apoya el desarrollo y la implementación de un régimen de política espacial que aliente a los operadores a mitigar los riesgos de seguridad, protección y sostenibilidad mientras promueve el avance tecnológico y una economía espacial vibrante y competitiva. Estos objetivos se logran mejor a través de un conjunto de estándares no vinculantes y políticas que sean internacionalmente armonizadas, coherentes y flexibles”, consideró.
Por un lado, sostuvo que esto evitaría fragmentar las normas entre las diferentes regiones. Por el otro, se pronunció a favor de la sostenibilidad espacial y ahí se diferenció de Starlink al señalar que a pesar del aumento de satélites que surge de las nuevas constelaciones, Kuiper será capaz de mantener el espacio seguro mientras se escalan las actividades espaciales.
Propuso, en estén sentido, que los operadores satelitales compartan datos de seguimiento entre sí, además de sugerir que los vehículos que funcionen por encima de los 400 kilómetros de altitud tengan capacidad para evitar colisiones. Sobre lo referido estrictamente al espectro dijo que las normas deben actualizarse de modo tal de “permitir a los operadores hacer más con menos satélites”. Y subrayó que todos los actores deben compartir incentivos similares.
Interferencias con los geoestacionarios
Viasat y Hughes, en tanto, fueron en contra de la propuesta de la Anatel. Argumentaron supuestos problema en el cumplimiento de los límites EPFD (Equivalent Power Flow Density), falta de estandarización en el reclamo de Starlink, posibles distorsiones respecto de la competencia y la necesidad de nuevas autorizaciones para cambiar el número de dispositivos en el sistema satelital.
Viasat dijo que la petición no tiene argumentos claros y que se observan discrepancias con las solicitudes elevadas a la FCC y la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT). También apuntó sobre los riesgos de interferencias con los satélites geoestacionarios (GEO) y no GEO. Por eso pidió normas claras acerca de cómo compartir el mismo espectro en las bandas Ku y Ka. Lo que quiere evitar esta compañía es que Starlink se lleve todo el recurso orbital para sí sola.
La postura de Hughes es similar. “Las características técnicas y operativas de los registros Gen1 y Gen2 de SpaceX indican diferencias operativas significativas, que incluyen, entre otras, la altitud, los planos orbitales y el número de satélites en cada plano orbital”, afirma el operador.
Agregó que “debido a las diferencias sustanciales entre los satélites Gen1 y Gen2, la solicitud debe ser rechazada. Razón por la que subió la apuesta y aseveró que “si SpaceX planea desplegar satélites con capacidades distintas a las de su sistema actualmente autorizado, deben obtener una nueva autorización para operar sus satélites Gen2”. La cuestión medioambiental y la eventualidad de colisiones también fueron parte de las consideraciones elevadas por Hughes.
La banda E se ubica entre los 60 GHz y los 90 Ghz. Las señales que se emiten en este rango tienen longitudes de onda muy cortas, lo que habilita un uso extendido en los enlaces de microondas. Hay países que ha liberado porciones de esa banda, entre los 60 GHz y los 86 GHz para aplicaciones de backhaul, justamente los que señalan los operadores que se oponen a entregar esta porción sin más a Starlink en Brasil.
La FCC dispuso la franja de 71 a 76 GHz y de 81 a 86 GHz para servicios inalámbricos fijos de alta densidad en Estados Unidos. La UIT, por su parte, permite operaciones de satélites de radioaficionados en el rango de 76 a 81 GHz.
No obstante, en marzo pasado, la FCC aprobó utilizar el espectro de la banda E para la red Starlink de segunda generación de la empresa, además del espectro de las bandas Ka y Ku. Esto le permitió acceder al rango de 71 a 76 GHz (espacio-tierra) y de 81 a 86 GHz (tierra-espacio) para los 7.500 satélites de segunda generación. La resolución puede leerse desde aquí.
Tras la consulta, los operadores dejaron clara su postura. Ahora habrá que ver cómo encara el tema el regulador. La industria espacial se expande y sus conflictos también.
Daniel
Considero que la participación y definición de los Entes Regualdores en cada país será muy importante ya que las definiciones podrían afectar la penetración de tecnologías de acceso en estas bandas.
Andrea Catalano
Gracias Daniel por el comentario.
Coincido con tu punto de vista. Los reguladores tendrán que definir posturas y, al mismo tiempo, estar permanentemente actualizados para tomar las decisiones que posibiliten el mejor desarrollo del sector satelital. Más que nada por su interrelación con las otras tecnologías y servicios de telecomunicaciones. De lo contrario, se van a generar más obstáculos.
La participación de los interesados y expertos también debería considerarse para esa toma de decisiones.
Muchas gracias de nuevo.
Saludos,
Andrea y el equipo de TeleSemana.com
Andrea Catalano
Gracias Daniel por el comentario.
Coincidimos en su punto de vista. Los reguladores de los países tienen que fijar sus posiciones en un marco de diálogo constante con el sector, para poner sobre la mesa los intereses de cada actor, que muchas veces estarán contrapuestos, y buscar un punto en común en favor de la sociedad, que es a la que deben llegarle los beneficios de la conectividad.
Saludos,
Andrea y el equipo de TeleSemana.com