Altán Redes vuelve a estar en el ojo de la tormenta en México. Ahora, porque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quiere comprar su deuda, superior a los 1.700 millones de dólares (33.000 millones de pesos mexicanos), por el 10 por ciento de su valor. El plazo para encarar esa negociación vence este viernes, y lo que suceda será vital para el futuro de la Red Compartida, para los acreedores y para los servicios que se brindan a empresas y consumidores.
¿Qué está pasando ahora? La CFE elevó hace unos días una propuesta para comprar la deuda que unos 119 acreedores tienen sobre la Red Compartida. Se trata de una movida llamada Proyecto Quetzal, según reveló El Economista, mediante la cual busca pagar el 10 por ciento, el 33 por ciento o el 100 por ciento de la deuda a los acreedores. Esto supone una quita general del 90 por ciento.
Imagen: altankoman/MorgueFile
Pero esos acreedores fueron divididos en tres grupos. A uno de ellos, compuesto por 74 interesados en recuperar su dinero les ofreció pagarles sólo el 10 por ciento.
Proponer semejante quita responde a una razón: tal como están las cosas hoy en la operadora las posibilidades de que los acreedores cobren en algún momento o se ven difíciles o están muy lejanas. Y como “más vale pájaro en mano”, semejante reducción del monto a cobrar les garantizaría que, al menos, algo se podrá recuperar. Aunque los cálculos realizados por la CFE, asesorados por el estudio Rotschild & Co México, parecen ser muy distintos a los estimados por el mercado.
Estos solicitantes podrían cobrar el total de su deuda recién en 2047, de acuerdo a los términos renegociados en oportunidades anteriores. De hecho, los primeros pagos se efectuarían a partir de 2033. ¿Acaso alguien puede asegurar el futuro de la Red Compartida en este contexto?
El negocio de la deuda
Casi en paralelo al inicio de esta propuesta, la CFE había tomado la deuda por unos 266 millones de dólares que Altan tiene con la banca nacional que le inyectó dinero en 2022 para garantizar su funcionamiento. Se trata del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), el Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y el Nacional Financiero (Nafin).
En este escenario es que la CFE busca sanear a Altán aunque a un alto costo para los tenedores de deuda. Para aceptar la propuesta cada uno de ellos deberá evaluar en profundidad por dónde pasa su conveniencia.
Altán Redes asegura tener una cobertura de 95 por ciento tanto en zonas urbanas como rurales de México, a través de la tecnología de 4.5 GHz. Sobre esta infraestructura brindan servicios unas 124 empresas del sector, entre operadoras móviles virtuales, de Internet para el hogar y de Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés). Cuenta con espectro en la banda de 700 MHz, tal vez uno de sus recursos más valiosos, además de brindar servicios de manera indirecta a unos 15 millones de habitantes, es decir, casi el 10 por ciento de un total de 145,5 millones de líneas móviles en funcionamiento al primer trimestre de 2024, según datos de The Ciu.
Para expertos consultados por Expansión no es cierto que Altán cuente con esa cobertura. Aseguraron que no supera el 74 por ciento puesto que la operadora dejó de expandir su infraestructura cuando fue rescatada. Las cuestiones vinculadas con el despliegue pasaron a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE TEIT). Vale recordar, además, que la misma Altán propuso hace tres años retrasar su cronograma de despliegue: el total de la cobertura a alcanzar en 2024 se prorrogó hasta 2028.
Si bien el mercado de servicios móviles de México continúa en expansión, el gran movimiento existente en el sector a nivel global, dominado en las últimas semanas por acuerdos de fusiones y adquisiciones, genera cierta incertidumbre respecto del futuro de los actores de la industria.
Respuestas en el aire
El Economista aseguró en su artículo que Altán Redes es todavía insolvente. Y que dos de sus principales acreedores son Nokia y Huawei, cuyo financiamiento fue clave para darle vida a esta infraestructura. ¿Se contentarán con una quita, o esa posibilidd es inconcebible en este caso? American Tower, América Móvil, Telefónica, el Grupo Televisa, AT&T y Megacable engrosan esa lista.
La propuesta de reestructuración de deuda para todos los acreedores vence este viernes 2 de agosto. Hasta el momento pareciera que nadie tiene interés en aceptarla. Hay quienes deslizaron al medio mexicano que el valor de Altán duplica el de la deuda de 33.000 millones de pesos mexicanos, a lo que debe sumarse el valor de marca y de los clientes. Pero ¿es posible que Altán cueste más de 3.500 millones de dólares?
La respuesta es de las compañías que apostaron por esta infraestructura y por el negocio. Lo único que parece estar claro por estos días es que a esta operadora le está resultando cada vez más difícil su sustentabilidad financiera, más allá de los esfuerzos realizados por el gobierno de AMLO para mantenerla en pie. El punto es quiénes están dispuestos a perder, cuánto y hasta cuándo.
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