Tras haber superado un período de fuerte convulsión política y de haberse elegido, el año pasado, un nuevo presidente en Ecuador, el sector de las telecomunicaciones está retomando las conversaciones que quedaron pendientes el año pasado relativas a la renegociación de los contratos de concesión con Claro y Movistar. El jueves 6 de junio se reinició el proceso que, de acuerdo a lo aseverado por el ministro de Telecomunicaciones, César Martín Moreno, debe culminar, como máximo, en septiembre próximo. Las brechas de cobertura, incluida la que se requiere en carreteras, y la migración de tecnología de 2G a 4G forman parte de los temas que se incluirán en las renegociaciones donde el valor de los contratos también será un punto crucial de las discusiones.
Estas mesas se suspendieron hace prácticamente un año, en momentos en que el ex presidente Guillermo Lasso, declaró la muerta cruzada y disolvió la Asamblea Nacional, lo que motivó a su vez una nueva convocatoria a elecciones, tal como lo prevé la Constitución de ese país. Pese a esta determinación, y a que el contrato de Claro venció en agosto y el de Movistar en noviembre de 2023, se extendieron prórrogas temporales a las concesiones de ambas operadoras para garantizar la prestación de los servicios. Además del compromiso a retomar las negociaciones ni bien se reencaminara la vida institucional del país.
La Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) informó en el marco de la renegociación que “buscará acuerdos que beneficien a todos los ecuatorianos, respetando el debido proceso, según lo establecido en la Constitución y la normativa vigente, con el fin de atraer ingresos de capital, generar empleo directo e indirecto, expandir la cobertura, la conectividad, la innovación y el desarrollo tecnológico”.
El propio ministro de Telecomunicaciones, César Moreno, expresó que “la meta es cerrar la negociación en septiembre de 2024, necesitamos esos recursos” en relación al valor que tendrá el espectro. A principios de este año, había trascendido que las nuevas concesiones aportarían unos 560 millones de dólares al Estado pero son tiempos en donde las operadoras no están dispuestas a pagar cualquier precio por el espectro.
El valor a pagar, según lo anticipado por el ministro Moreno, tomaría en cuenta el costo del espectro además de las obligaciones de hacer, es decir, un esquema híbrido donde ingresará dinero al Estado además de exigirse mejoras en la cobertura y la calidad de los servicios.
Para llegar a ese monto, se pidió una consultoría a la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) en 2022, cuando se iniciaron estas conversaciones. No obstante, TeleSemana.com pudo saber que hay varias cifras dando vueltas, aunque ese tema aún no ingresó en la mesa iniciada el jueves 6 de junio. Las renegociaciones iniciadas demandarán encuentros todos los martes y jueves desde este martes para ir encontrando los puntos en común y llegar al contrato final en septiembre como plazo máximo.
Semanas previas al reinicio del proceso, Funes también habían señalado que, una vez firmada la renovación, las operadoras podrán “solicitar a los precios aprobados, acceso a bandas de acuerdo a las necesidades. A una ya se le autorizó y concedión autorización para hacer pruebas pilotos de 5G en el Ecuador, y lo mismo con bandas que no son 5G pero pueden servir para llegar con una sola radiobase a localidades lejanas con cobertura 4G”.
En la mesa de discusión también se contará con “índices de calidad de los servicios prestados en el país, para maximizar el bienestar social”, indicó la Arcotel, como forma de promover el desarrollo de una política pública de inclusión digital, que es el objetivo del Nuevo Ecuador, asegurando la transparencia en todo el proceso.
Para la ex ministra de Telecomunicaciones de Ecuador, Vianna Maino, “es importante que ambas partes lleguen a acuerdos que garanticen un servicio de calidad a largo plazo. Y para lograr un acuerdo satisfactorio, es fundamental que se contemplen aspectos como la ampliación y mejora de los servicios, las nuevas tecnologías a implementar, las inversiones a realizar y sus plazos, los beneficios sociales para la ciudadanía, así como las inversiones en seguridad nacional. Estos son los elementos clave que se discuten en las mesas de negociación con calidad, técnica y jurídica”.
Agregó que “es relevante destacar que este proceso debe enfocarse en asegurar un servicio de calidad para los próximos 15 años. Por lo tanto, es esencial garantizar un acuerdo beneficioso para todas las partes involucradas y, sobre todo, para los ciudadanos”.
Por su parte, Patricia Falconi, presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Telecomunicaciones (Asetel) dijo a TeleSemana.com que “la ley es clara frente a lo que debe valorarse y es lo que se ha insistido, considerando las experiencias internacionales, poniendo como ejemplos a Brasil y Colombia con lo que han cambiado por completo su modelo recaudatorio a obligaciones de hacer”.
Recordó que aún hay 206 parroquias sin cobertura en este país. Ecuador está conformado en su forma jurídico-política de gobierno autónomo por 1.499 parroquias, de las cuales 359 son urbanas y 1.140 son rurales. Si bien se avanzó en los últimos años, el alcance debe ser total. De ahí la importancia de llegar con conectividad a las que aún no han sido alcanzadas por ningún tipo de tecnología, incluidas escuelas, hospitales y centros de salud. Y no hay dudas que, visto desde fuera por parte de los actores de la industria, será gravitante en las discusiones.
Además de la ITU como organismo de Naciones Unidas, el CERTAL y la CAF fueron y son parte integrante de estas discusiones, como modo de garantizar la mayor objetividad posible en los criterios adoptados en el marco de la renegociación.
Hasta finales de 2023, Ecuador contaba con más de 17,7 millones de líneas móviles, equivalente a una penetración que supera el 92 por ciento, según Global Data Insights. La tecnología 4G LTE es la más utilizada al superar los 10 millones de conexiones. Pero, como se observa, urge avanzar tanto en la mayor cobertura como en la mejora de la calidad de los servicios.