T-Mobile anunció que comprará casi todas las operaciones inalámbricas del operador regional US Cellular por unos 4.400 millones de dólares. Se trata de un acuerdo sobre el que había trascendido algún tipo de negociación hace unas semanas atrás y que incluyen la base de clientes, la red de sucursales y el 30 por ciento de sus activos de espectro.
US Cellular, cuyo radio de acción se ubica más que nada en las zonas rurales, es considerado el cuarto operador móvil de este país. Cuenta con más de 4,6 millones de clientes dispersos entre 21 estados de Estados Unidos, y brinda una variedad de servicios entre fijos y móviles. Su participación de mercado roza el 1 por ciento. El parque de clientes móviles en los Estados Unidos supera los 408 millones de líneas, equivalente a una penetración de 122 por ciento.
El acuerdo implica que T-Mobile pagará una parte de la propuesta en efectivo y absorberá unos 2.000 millones de dólares de deuda de la compañía adquirida que conservará el 70 por ciento de su espectro, y 4.400 torres de telecomunicaciones. T-Mobile alquilará al menos 2.600 de esas antenas en el largo para continuar su despliegue de redes.
T-Mobile, cuya participación de mercado ronda entre el 23 y el 24 por ciento y es el tercer operador de este país, detrás del líder AT&T (47 por ciento) y Verizon (28 por ciento), expresó que la adquisición permitirá mejorar su cobertura en las zonas alejadas de las grandes urbes. La compañía está desplegando de manera sostenida su red 5G en bandas milimétricas. La suma de los clientes de T-Mobile apenas le permitirán ganar un uno por ciento más de mercado. Tal vez esto explique que no espera ningún impacto positivo financiero adicional producto de este movimiento para este año, tal como lo señaló en un comunicado. Sí mantiene la expectativa de generar gastos por eficiencia operativa en torno a los 1.000 millones de dólares al año.
El acuerdo podría cerrarse a mediados de 2025, luego de obtener las aprobaciones regulatorias y las decisiones de los directorios de ambas compañías que, por lo que trascendió de manera oficial, ya dieron su visto bueno.
US Cellular es propiedad de Telephone and Data Systems con el 83 por ciento de las acciones. Hace unas tres semanas, el Wall Street Journal había anticipado que había conversaciones interesadas tanto de parte de T-Mobile como de Verizon.
La operadora regional cerró 2023 con ingresos prácticamente estables respecto de 2022, una lógica que está atravesando a la mayor parte de las compañías de esta industria. Finalizó 2023 con una facturación de 3.906 millones de dólares contra 4.169 millones de dólares del año anterior. Las utilidades del último trimestre se habían colocado prácticamente a la mitad de lo otorgado en el mismo período de 2022, aunque las ganancias diluidas por acción se habían incrementado casi al doble.
En ese momento, Laurent Therivel, presidente y director ejecutivo de US Cellular anticipaba que para “2024 planeamos continuar enfocándonos en mejorar los resultados de los suscriptores, impulsar el crecimiento en torres y servicios inalámbricos fijos y mantener la disciplina financiera a medida que avanzamos en la red a través de nuestro despliegue de banda media”.
Uno de los aspectos destacados por US Cellular fue que había crecido su base de pospago en un 2 por ciento, tal vez uno de los objetivos prioritarios que hoy se observa en la mayoría de las operadoras de telecomunicaciones. También que su base de clientes inalámbricos fijos había experimentado un alza de 46 por ciento hasta los 114.000 suscriptores bajo esta modalidad. También se habían incrementado en un 8 por ciento, hasta los 100 millones de dólares, las ventas por el alquiler de sus torres.
Además de contar con espectro 5G de bandas medias, US Cellular accedió a parte de los fondos por 45.000 millones de dólares que el Gobierno de Estados Unidos puso a disponibilidad de la industria a través del Acta de Inversiones para la Infraestructura y el Empleo Digital (IIJA, por su sigla en inglés) que le permitieron desplegar esta tecnología y obtener esos resultados. Un año atrás había iniciado, además, un proyecto orientado a desarrollar redes privadas.
La operadora cuenta con espectro en las bandas de 600 MHz para 5G, en las de 700 MHz, 850 MHz, 1.7-2.1 GHz y 1900 MHz para 4G, además de porciones en la de 850 MHz y 1900 MHz para 3G.
T-Mobile también viene desplegando tanto 4G como 5G FWA y orienta su estrategia de negocio hacia los usuarios residenciales que exigen calidad de conectividad ante todo y, especialmente, a las pymes. Combina esta disponibilidad con la adopción de Wi-Fi 6 para la distribución del servicio dentro de los hogares y/o edificios.
Su servicio 5G FWA residencial fue lanzado a principios de marzo y la expectativa es que llegue a unos siete u ocho millones de suscriptores a este servicio en 2025. Tal vez aquí resida parte del interés por acceder a parte del espectro de US CEllular y su experiencia para acelerar sus despliegues con esta tecnología. La expectativa es que, además de sumar suscriptores, se incremente el ARPU, otro de los objetivos de cada uno de los actores de un sector que sigue en el camino de la consolidación.