La segunda subasta 5G de Chile se dirimirá el próximo 17 de junio. Entel y Claro, que habían manifestado su intención de participar de este concurso, coincidieron en el puntaje de sus propuestas técnicas y la Subsecretaría de Telecomunicaciones declaró un empate técnico. Por esta razón, la adjudicación de los cinco bloques de 10 MHz disponibles en la banda de 3.5 GHz deberá realizarse mediante una subasta.
El escenario será el mismo Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. El objetivo de esta segunda subasta es que las operadoras que resulten adjudicatarias amplíen la cobertura 5G en más de 120 nuevas localidades, además de iluminar más de 1.600 kilómetros de zonas aisladas donde se registran necesidades de conectividad y seguridad. En la actualidad, hay más de 4 millones de clientes accediendo a la tecnología de quinta generación en este país.
El proceso se realizará debido a que los proyectos técnicos presentados por ambas compañías, en este caso de Entel y Claro, parecen haber alcanzado el mismo puntaje, de acuerdo a los criterios evaluatorios del regulador. El regulador tenía la expectativa de que, finalmente, este concurso se definiera mediante una subasta. Y como ambas compañías parecen haber superado los 96 puntos técnicos que se esperaban se procederá con ese mecanismo. El próximo 17 de junio se realizará la subasta en donde la operadora que realice la mejor oferta económica se quedará con el o los bloques en donde haya efectuado su mejor oferta.
Claro aún no cuenta con espectro 5G para avanzar con un despliegue de estas características. Por lo que se supone que hará su mejor esfuerzo para quedarse con las bandas que considera las ideales para el despliegue de su infraestructura.
Desde la Subtel se recordó a través de un comunicado que el actual concurso 5G forma parte del Plan Brecha Digital Cero de la Subsecretaría de Telecomunicaciones y “busca consolidar una visión de Estado en torno al acceso a la conectividad digital en todo lugar del país donde habiten personas”.
Esta segunda subasta terminará de resolverse luego de dos postergaciones que debió aplicar la Subtel debido a las urgencias sobre las que debieron ocuparse las operadoras del sector por los incendios forestales que afectaron la región de Valparaíso e impactaron en la conectividad de la población. También hubo presentaciones administrativas contra el proceso por parte de Movistar que obligaron a revisar algunos aspectos de la convocatoria. Sin olvidar, además, que hace algunas semanas Wom Chile presentó su capítulo de bancarrota (Chapter 11) agobiado por las deudas y la imposibilidad de hacer frente a los compromisos asumidos, justamente, en términos de despliegue de infraestructura 5G.
En este escenario, el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, siempre mantuvo la idea de poner a disposición del mercado todo el espectro disponible. Por eso, hace algunas semanas anticipó que lo más seguro es que se avance en una tercera licitación 5G en el próximo año. “Queremos sacar un concurso de 100 MHz pero para el próximo año. Sin embargo, es importante pensar en la salud financiera de la industria. Todos van a necesitar más espectro, pero somos concientes que no pueden acometer otra inversión de 100 millones de dólares antes de rentabilizar la actual”, dijo el propio Araya en declaraciones al Diario Financiero publicadas a mediados de mayo.
Para el funcionario hay un problema “práctico” por resolver debido a que Entel, Wom y Movistar cuentan cada una con un bloque de 50 MHz para 5G. Si Claro accede a una porción de espectro serán cuatro los operadores y excepto Entel, las otras tres quedarán con redes que podrían saturarse rápidamente porque los patrones de consumo de los clientes indican que, una vez que advierten que tienen más capacidad, lo consumen de manera ávida.
Para llegar a esa tercera subasta, el regulador debe ordenar unos 400 MHz de espectro para 5G que existen en el país pero cuyos bloques no son contiguos, lo que provoca que genere dificultades técnicas y de eficiencia a la hora de prestar los servicios.
Por lo pronto, y hasta que esto suceda, las energías estarán concentradas en la segunda licitación que se definirá mediante una subasta, y que permitirá continuar expandiendo infraestructura digital en un país que, junto con Brasil y Uruguay, son un ejemplo en la región.