“Cuando las redes tienen apertura, escalabilidad y flexibilidad para hacer cambios de una manera mucho más fácil, se ponen al ritmo de las big tech”

Podría afirmarse que en la industria de las tecnologías de la información y las Comunicaciones (TICs), Intel es un jugador de toda la cancha. Fabrica chips, pero también es un gran desarrollador de software. Y forma parte de la mayor parte de las tecnologías de red existentes, inclusive las virtualizadas. En pleno despliegue de 5G, de inteligencia artificial (IA), de machine learning, de cambio cultural en la forma de hacer negocios en la Economía y en las telecomunicaciones, Juan Casal, director de telco y empresas digitales de Latam de Intel, conversó largo y tendido con TeleSemana.com sobre su visión del sector de las telecomunicaciones, cuyos actores están en pleno proceso de adaptación en tiempos mucho más ágiles que las épocas en que surgieron. Y, lógicamente, sobre el papel que cumple Intel en la era de la multiplicidad de redes, de las infraestructuras abiertas, las APIs y la colaboración, inclusive con las compañías digitales, con las big tech.

¿Cómo estás viendo al sector de las telecomunicaciones?

Hace algunos años que las telcos están en la batalla de cómo avanzar en esta economía regionalmente, porque no es algo global. Obviamente, la región tiene sus particularidades. Lo que se ve es una incertidumbre grande de hacia dónde vamos, que quizá arrancó mucho con 5G. Si miramos 2023 versus 2022, en relación a licitación de espectro, estamos mucho mejor parados. En 2024 estamos mejor parados que cuando arrancamos en 2023, estamos en una posición mucho más sólida. Pero el año pasado, cuando los operadores miraban ese escenario, también tenías una gran incertidumbre porque alguien tenía que pagar todo eso. Desplegar 5G es caro. Aparte tiene sus particularidades y, una vez que desplegás, tenés que re desplegar o modernizer esas redes para ir pensando nuevas cosas en relación a la evolución del mismo 5G. Y cada una de esas iteraciones conlleva mucha inversión. Entonces, viene la pregunta “para qué, por qué”. Y la respuesta es porque tiene un retorno. Creo que esa es la mayor incertidumbre que hay, porque la telcos como proveedoras de conectividad están en un modelo de negocio histórico, con rendimientos marginales decrecientes. A nadie le gusta ganar menos y mañana ganar menos que hoy. Y ahí es donde tiene que haber una reinvención grande. Antes de 5G ya se hablaba mucho de la telcos como proveedora de servicios digitales. 5G trajo promesas completamente nuevas de ultra baja latencia y de ancho de banda masivo, y de miles y miles de dispositivos conectados. Hoy está todo el mundo cambiando, pero se requieren anchos de banda para datos que alimenten al bicho, y entonces es cuando dicen…

…¿quién paga la cuenta?

Alguien lo tiene que pagar. Y creo que las telcos están mucho en esa, en esa disyuntiva, definir qué papel juegan. ¿Quién está dispuesto a pagar esa conectividad? Creo que es un punto de vista muy high level. Pero el debate es más filosófico, y tiene que ver con la vigencia del negocio telco y de la figura de la telco de acá a 10 años.

¿Entonces cómo se reconfigura el negocio telco en todo este abordaje? Porque sabemos que si esto no cambia en 10 años, las telcos no existen más. ¿Por qué a la telco le está costando tanto brindar servicios digitales? ¿Y qué significa en definitiva para una telco dar un servicio digital? Cuando aparentemente ese servicio digital ya es dado por las big tech?

Hay un desafío histórico de la telcos como proveedoras de servicios digitales, porque hay compañías que compiten con las telcos y que tienen una un origen, una filosofía, un ADN completamente diferente. Si nos juntamos para crear nuestros servicios de video y miramos con quién competimos, va a ser más que nada con bestias como Netflix, Amazon. Son compañías con un ADN ágil, mucho más nuevas. Y también es explicable ese ADN ágil, porque en definitiva nacieron en un escenario distinto. La telco nació y todavía mantiene una complejidad de capital, de despliegues. O sea, mirá lo que es la torre y la radiobase (y señala una antena que se ve desde la ventana del edificio de Intel desde el que se mantiene la charla).

Algo totalmente analógico es esa antena.

Desplegaron miles de estos bichos (N. de la R.: por la torre) en toda la ciudad. La complejidad que tiene eso estuvo validado por la radiobases. Ahora se está virtualizando. Y ahora se suben a desplegar miles de esas antenas con todo lo que hay detrás de eso, porque es el core de la red. Es muy complejo. Hay que hacerles una reverencia a las telcos porque construyeron redes de una manera diferente a las que se creó Netflix. Y no es ni mejor ni peor, son simplemente diferentes por naturaleza. Y ahora coexisten y se encuentran en mercados más similares. Creo que ese es el primer desafío de la telco para competir, y por ahí están las dificultades que encuentra, de crear esos servicios digitales y de comercializarlos.

¿Y esta dificultad es la mismo para las operadoras regionales, más pequeñas, que dan conectividad y que son fundamentales en varios países de la región?

Depende de la escala desde la que se mira el desafío. Hay desafíos por el lado técnico, que son más comunes. En Intel siempre hay líneas de trabajo comunes como la flexibilidad, la escalabilidad, la virtualización, la apertura, que son dos términos que resuenan mucho en todo en el mundo de Intel. Ahora estamos más del lado telco, pero incluso si lo llevás al data center típico, o vas a un banco, resuenan los mismos términos.

Pero de repente un operador pequeño tiene que hacer mucho más greenfield desde cero que otro operador incumbente porque necesita que la tecnología sea mucho más fácil de adoptar o de escalar, de dimensionar. Necesita enfoques más abiertos, no tener tanto locking con vendors de hardware o software. Desde el negocio tenés peces muy grandes y peces pequeños y ahí toca mucho lo regulatorio, lo económico Porque si vas a poner el acceso en un lugar muy rural, también conlleva su inversión. El costo marginal del megabit de datos en zonas marginales es muy diferente al de la zona urbana. Es una complejidad de desafíos enormes. Desde Intel lo que más nos toca es atacar el desafío técnico. Y tiene esas líneas de trabajo fundamentales que más empujamos desde que se empezó a hablar de la virtualización telco.

¿Cómo debe la telco encarar la posibilidad de ser proveedora de servicios digitales incluso en zonas rurales, con los desafíos que implica?

Las alianzas son núcleo fundamental. Hay un montón de áreas comunes de trabajo entre, por ejemplo, un OTT de video y una telco. Existe una colaboración natural. Yo creo que todos se van a beneficiar de una mayor colaboración. El punto es identificar dónde hay una ventaja competitiva mayor para unos y dónde la tienen los otros. Si nosotros cuatro nos ponemos ahora a armar un OTT, difícil que le vayamos a hacer sombra a cualquiera de los establecidos. Entonces tenemos que tomar más de esa alianza, y una telco tiene un montón de ventajas competitivas que el otro no tiene. Creo que las alianzas son fundamentales, bien hechas y bien entendidas. Necesitás esa complementariedad. Y por otro lado, dentro de esa complementariedad, saber identificar esas ventajas competitivas y capitalizarlas. Entonces cuando sos una telco tenés muchísimas ventajas que son claras y muchísimas otras que por ahí están en desarrollo. Como telco tenés una cantidad de puntos de presencia en la ciudad que no va a tiene ningún otro player de la economía, y eso es capitalizable. Y ahí es cuando de repente ves iniciativas en la industria.

¿Cómo cuáles?

Como Open Gateway que son iniciativas de utilización de la red a través de APIs. Y esa posibilidad de tener una red como servicio para distintos programadores es también fundamental. Creo que con el desarrollo y la realización de un montón de tecnologías como esas se va a poder facilitar el despliegue y la disponibilidad de una red como servicio mediante APIs. Este permite también cooperar, entre un operador chico con un operador grande. Porque ahí entonces la red más pequeña quedaría de una manera mucho más fácil al servicio de un desarrollador que también pueda interoperar con una red grande. Creo que se da también de una manera mucho más natural esa diferenciación, esa posibilidad de crear más allá de la dinámica, donde se pueda ir poniendo esa red como servicio a desarrolladores porque permite hacer más ricas esas alianzas. Porque no es solamente la OTT con la telco haciendo esa alianza, sino también esa telco y una software factory que descubrió que mediante una API puede hacer una llamada a la red de un operador chiquito en una zona rural para interactuar con un OTT que, a su vez, tiene un punto de presencia que está conectado con la telco grande  Se terminan mezclando mucho estas ideas de la colaboración, de negocio, y el correlato técnico es que pueden ayudar y potenciar la actividad.

¿Y ahí, cómo entra a jugar Intel?

Es lo que hay atrás de todo eso. Nada de eso es posible si no tenés redes que sean escalables y flexibles. Si no tenés cierta automatización de las redes, si no saben capitalizar bien el poder enorme que tiene la inteligencia artificial, no van a poder aprovechar tampoco esa operación de las redes para que se puedan autoaprovisionar, que puedan escalar, dar de alta y de baja nuevos puntos de presencia más dinámicamente. Cuando las redes tienen la apertura, la escalabilidad, la flexibilidad suficiente para poder hacer todos esos cambios de una manera mucho más fácil, es cuando empezás a ponerte al mismo paso que estos players que tienen un ADN mucho más ágil. Ni hablar de los OTT, las software factory y los desarrolladores que obviamente necesitan esa agilidad. Hoy cualquier software factory tiene cientos y miles de desarrolladores que están viendo la última app con el último API, con el último avance para meter unas cuantas líneas de código para ver cómo se conectan con esto. Ese nivel de agilidad es lo que también se requiere del lado de la red: que usen esos APIs. Porque toda esa agilidad permite conectar con el operador hasta la zona rural vía una app que la puso al teléfono, y que permite hablar por un lado con un OTT y por otro lado con la red telco, y luego se mueve desde la célula rural a una parte del área metropolitana. Todo eso de repente multiplicó por 10 la cantidad de usuarios y eso tiene que estar acompañado justamente con una red que lo soporte. Si esa escalabilidad se dio de una manera rápida se necesita la red del otro lado capaz de responder con ese mismo nivel de agilidad, porque si no todo se frena ahí. Todo ese ciclo virtuoso de innovación necesita que esas redes, y ahí es donde juega Intel, tengan ese nivel de de apertura, agilidad, de flexibilidad y es nuestro rol fundamental en la industria ser los principales actores atrás de las ideas de virtualización de las redes.

¿Cómo se va implementando y avanzando en la automatización de una red telco? Si hubiese que poner un porcentaje de automatización de la red, ¿en qué nivel está y hasta cuánto se puede automatizar una red?

Una cosa es automatizar un core móvil. Para automatizar se necesitan infraestructuras en lo posible virtualizadas, robustas y flexibles. Desde que eso está más disponible, lógicamente empieza a haber cada vez más herramientas. Mucha de esa automatización, más pensada del lado IT, empieza a aplicar a la telco también. Y se puede pensar más en las posibilidades de automatización de la red telco. Cuando empiezan a confluir las herramientas empiezan a ser aplicables para nuevos casos de uso. La virtaulización del data center existe desde antes de la red telco, y cuando empiezan a confluir todas esas herramientas que ahora son aplicables también a la red telco, permite que esa multiplicación de casos de uso y efectos que podemos hacer con herramientas existentes es el mayor habilitador. La automatización abre un abanico de posibilidades. Estamos aplicando un montón de herramientas que estuvieron históricamente más pensadas para la IT que para la red telco y hoy son interoperables.

Si la automatización genera más agilidad, eficiencia y productividad ¿también le ayuda a generar más ingresos a la telco?

Le genera todo eso. Si automatizás estás simplificando tareas. Cuando simplificás tareas estás mejorando un rendimiento operativo. Mirado desde un punto de vista no de precios, tiene un correlato automático en precios, tiene más rendimiento operativo, más margen económico operative, y por tener más margen económico operativo mejora la rentabilidad financiera. Entonces, para mí es un sinfín de posibilidades que se dan con la productividad.

¿Qué casos de uso se pueden pensar con la inteligencia artificial, teniendo en cuenta 5G? ¿A partir de qué? ¿De la mejor utilización de los datos de la telco o de otra cosa?

La inteligencia artificial también la podés mirar como un paso más de la automatización. Es la automatización de la automatización. Algo se programa y ocurre. Cuando algo se quiere volver a automatizar y se aplica machine learning e inteligencia artificial le das el poder a ese mecanismo de control para que disponga y no tenga que decirle que algo suceda, porque lo aprende. Es un tema que empieza a ser dinámico.  O sea, la automatización, que antes era de todos los días, ahora ocurre de manera automática por el machine learning y eso cuando lo llevas a la red telco implica un montón de beneficios porque esa automatización se vuelve más inteligente. En la automatización tradicional, cuando haya un pico de tráfico en esta celda de acá (N. de la R.: Vuelve a mostrar la antena que está a sus espaldas), se aprovisionan más instancias de servicios. Pero si esa eventualidad empieza a ocurrir más seguido, la inteligencia artificial mira los patrones de uso, empieza a cruzar esos datos y de repente puede predecir que el miércoles que viene o en tal fecha hora va a haber un partido de fútbol, puede llegar a haber un pico de tráfico y sin necesidad de intervención humana, escalarse y aprovisionarse autónomamente.

¿Y lo están incorporando?

La tecnología está. Y se va incorporando. Hay soluciones que tienen que ver con eso, relacionadas al ahorro energético. Cuando la red comienza a tener componentes de software mediante la automatización, la inteligencia artificial, empieza a detectar patrones de tráfico y  hay un caso vinculado con eficiencia energética: con la utilización de ciertas tecnologías entre el procesador, saben poner al CPU en un estado de energía mucho menor porque, al saber que no hay tráfico, pueden bajar como hasta 40 por ciento el consumo de la red y demás. Entonces todo eso va creando casos de uso. Es un tema de tiempo hasta que se vaya adoptando.

¿Cómo se vincula este trabajo con el lanzamiento de los últimos chips?

Sabemos que hay una premisa innegable que es que la inteligencia artificial va a estar cada vez más en todos lados. Se va a mover mucho más al borde de la red. IDC pronostica que para 2025, 2026 al menos el 50 por ciento de las cargas de trabajo van a estar en el borde de la red y va a tener algún componente de machine learning . Por eso hoy incorporamos un montón de series de instrucciones de aceleración en nuestros productos que están en todas esas redes para acelerar esas cosas. No es solamente cuestión de que exista el código, la aplicación para que corra en un core, en una red de radio y demás,  sino que incorpore esos algoritmos, esos motores de inteligencia artificial para esos casos de uso y automáticamente va a resonar con el cómputo de Intel que está ahí y va a ser acelerado por eso. Y no se va a necesitar poner el doble de cómputo, porque simplemente se va a activar un acelerador que está ahí y con la misma infraestructura que tenés hoy ya estás, compatible con todo y  sin necesidad de invertir mucho.

¿Cómo ves el desarrollo de las redes Wi-Fi a partir de la entrega de espectro para uso no licenciado?

Debe primar  entender todas esas en conjunto. Mirar no solamente el impacto que pueda tener para Wi-Fi6 o Wi-Fi7 sino también entender los casos de uso que más van a resonar con cada uno, cuál es el road map, el desarrollo. Y en paralelo mirarlo también con el desarrollo de redes móviles, porque en definitiva el Wi-Fi va a ser utilizado por personas que van sí o sí a terminar en su mayoría haciendo roaming entre una red móvil, entre una red de Wi-Fi local, en una red fija. No miremos el Wi-Fi 6E o una generación de Wi-Fi en una burbuja. Miremos cuál es el despliegue y el desarrollo eficiente para cuando abordamos todas esos tipos de acceso en conjunto y entendemos cómo son esos patrones de acceso, cuál es el desarrollo y el despliegue óptimo. Entonces vas a a tener redes móviles, redes públicas, redes móviles pivadas, Wi-Fi, distintas generaciones de Wi-Fi.

¿Cómo sería esto que planteás?

Cuando entendamos bien  que en una economía un individuo camina con su teléfono, otro con un visor de realidad virtual, que hay una planta industrial, una persona en su casa hacienda gaming, esa matriz de casos de uso muestra que una red privada juega este rol, la red Wi-Fi juega este otro, la pública otro. Ahí es donde vemos cuáles son los tiempos óptimos de una red frente a otra y buscamos  una estrategia más holística de influencia y desarrollo tecnológico para eso.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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