La disputa entre los operadores de telecomunicaciones europeos y los grandes proveedores de Internet, o proveedores over the top (OTT), acaba de recibir un nuevo input de parte de Body of European Regulators for Electronic Communications (BEREC), foro que desde 2009 reúne a los reguladores independientes europeos, que se estableció a través del Reglamento de la Comisión Europea (CE) N°1211/2009, y que tiene como objetivos principales el asesoramiento a las instituciones de la Unión Europea (UE) en el desarrollo del mercado interior para las redes de comunicaciones electrónicas, y la creación del vínculo entre las autoridades nacionales de regulación y la CE. Se trata, además, de un organismo independiente de los gobiernos y de la CE, así como de cualquier otra entidad pública o privada.
Aclarado este aspecto importante sobre el rol que ocupa BEREC en el contexto europeo, este organismo lleva varios años disputando con informes las peticiones de los operadores europeos a través de European Telecommunications Network Operators Association (ETNO). La última de ellas consistía en una carta de 16 CEOs de los principales operadores de ese continente que volvían a pedir a las autoridades europeas que las grandes empresas de Internet contribuyeran en las inversiones de infraestructura de red. Una carta que venía precedida por otra, más austera y de cuatro CEOs, justo antes del Mobile World Congress 2022.
Por tercera vez en su historia, BEREC lanzó un informe de 16 páginas en el que explicó porqué los operadores no tienen razón al momento de pedir que la regulación actúe a su favor y fuerce para que las grandes tecnológicas contribuyan con la construcción de las redes. Curiosamente, las conclusiones reunidas en este informe no cambiaron en nada a las publicadas en 2012 y en 2017 por este mismo tema. Y es que sí, este debate lleva 10 años encima de la mesa, tal como lo atestigua esta nota que escribió un joven Rafael A. Junquera.
Las conclusiones del último informe llegan después de analizar varios puntos del debate y tras escuchar a los grandes ISPs, los medianos y pequeños, y a los propios OTTs. Cabe destacar que el informe advierte también que los pequeños y medianos ISP de Europa no ven clara la idea de ETNO, pues creen que la petición de los grandes ISP involucra un intento por tener más poder y cerrar el paso a una posible competencia de los nuevos ISPs. Este dato, de ser cierto —no hemos preguntado a estos ISPs directamente— aportaría un dato muy interesante al debate y un giro de guión inesperado, ya que la regulación debería tener en cuenta al factor competitivo en el sector de las telecomunicaciones.
Lo primero que destaca el informe de BEREC es que el tráfico de datos, mayormente generado por las grandes plataformas de Internet, no es empujado por éstas sino que es “estirado” hacia sus dispositivos finales por los usuarios, a través de conexiones contratadas para tal efecto. Y este hecho cambia de forma radical la perspectiva que señala que son los grandes de Internet los que causan el crecimiento en el tráfico; para advertir que el tráfico es causado por los clientes del operador. Este matiz resulta ser muy relevante para la posición del informe —y para mi, personalmente, porque denota que nadie querría una conexión de fibra si no existieran los servicios de las grandes tecnológicas—.
Y también recuerda que las grandes tecnológicas sí intentan optimizar este tráfico, algo que yo mismo he defendido en el pasado ante la posible falta de incentivos de hacerlo, debido a que los OTTs se fían de que los operadores siempre aumentarán su capacidad. Este argumento es una falacia, que es demostrable ante las inversiones de los OTT en CDNs, en codecs de video más eficientes y en tecnologías que ajustan la calidad de los contenidos según la pantalla o las condiciones de la red, algo que también recuerda este informe.
A su vez, el trabajo advierte que el costo relacionado con el incremento de tráfico debe ser analizado con mucha cautela, ya que no es lo mismo invertir en cobertura y capacidad que realizar mejoras para acomodar picos de tráfico. Y, en ese sentido, dice que “las inversiones en red, volúmenes de tráfico y factores de costo necesita ser analizado cuidadosamente”.
El informe concluye que las redes de acceso no son muy sensitivas en cuanto al costo cuando se trata del tráfico, siendo las móviles algo más sensibles que las fijas, que ofrecen “all-you-can-eat” como reflejo del bajo impacto que tiene en el costo de las redes, el crecimiento en el tráfico.
Inclusive, el trabajo cita a otro estudio, realizado por Frontier Economics, que precisa que “para redes fijas, la red de acceso y los componentes más cercanos al usuario final generalmente tienden a dimensionarse de acuerdo con el número de clientes atendidos o potencialmente atendidos (…) costos dentro de la red de acceso (es decir, costos relacionados con cualquier equipo de acceso hasta la primera capa de conmutación), se consideran “suscriptor sensible’ y recuperados de los cargos por usuario”.
Las redes móviles son más sensibles al tráfico en cuanto a su impacto de costos, pero no lo suficiente como para solicitar ayuda por este motivo; y “BEREC considera que el aumento de los volúmenes de tráfico no conduce directamente a costos incrementales, en comparación con los costos totales de la red”, tal como dice el informe.
Así, este trabajo explica la interrelación entre las redes y los contenidos de los OTTs, ninguno puede vivir sin la existencia del otro. Sin contenidos a los que acceder, las redes no tendrían clientes y no habría innovación que propiciar la creación de redes más rápidas y de mayor capacidad. Lo mismo sucede a la inversa: sin redes, los proveedores de internet no podrían ofrecer sus servicios. Por lo tanto ambos se benefician de la existencia del otro.
Es más: el informe casi que invita a pensar lo siguiente, ¿podría un ISP competir con DSL con otro que está lanzando fibra? Si la respuesta es que no, entonces queda claro que las inversiones en la nueva red son beneficiosas para la capacidad competitiva de los operadores y, por lo tanto, no es sólo un problema de incremento del tráfico, sino una capacidad a la que pueden revertir los operadores para ser más competitivos y ganar usuarios, mercado e ingresos.
El asunto del “free-riding” o el hecho que los proveedores de Internet usan las redes sin control y de forma gratuita, también se hace un lugar en este informe pero para mostrar evidencias de que éste no es el caso. La más simple de esas muestras radica en el hecho de que los operadores siguen facturando por el acceso y financiando sus redes con los que generan de sus usuarios. De ser un negocio donde terceras partes abusaran de la red con un “free-riding“, los operadores tendrían complicada la financiación de sus redes por el riesgo que supondría dicha situación.
ETNO ya ha reaccionado a este informe con el siguiente comunicado, aunque habrá una respuesta más amplia sobre los puntos del informe de BEREC, en breve: “ETNO y sus miembros están trabajando para proporcionar evidencia adicional basada en hechos para la próxima consulta de la Comisión Europea. El debate se ha movido más allá de las propuestas de la industria y más allá de Europa, ya que los reguladores estadounidenses y asiáticos ya están considerando la contribución de los gigantes tecnológicos a los costos de la red. Además, el debate de la UE ha ido más allá del mero mercado de pares y ahora abarca desarrollos como el metaverso y la sostenibilidad general del ecosistema, como declaró recientemente el comisario Breton. La evaluación preliminar de BEREC no trae nuevos datos a la mesa: confirmamos que seguimos ansiosos por contribuir a un análisis prospectivo adicional por parte de los legisladores y reguladores de la UE”.
Este película no termina nunca, después de 10 años los operadores siguen solicitando los mismo y, de momento, el status quo no ha podido ser alterado. El informe de BEREC es bastante contundente y sería bueno contar con una respuesta igual de contundente por parte de ETNO y los operadores para poder realmente valorar las peticiones de los operadores.
Continuará …