Todo parece indicar que el reclamo realizado por los operadores de telecomunicaciones de la Unión Europea (UE) hace tres meses, en relación a la asimetría que implica tener que asumir de forma exclusiva el costo de las redes, habría surtido efecto. La noticia se conoció este lunes, cuando Margrethe Vestager, jefa digital de la UE dijo que “hay un tema que debemos considerar con mucha atención, y es el tema de la contribución justa a las redes de telecomunicaciones”.
“Vemos que hay jugadores que generan mucho tráfico, que luego habilita su negocio, pero que no han estado contribuyendo realmente para habilitar ese tráfico. No han estado contribuyendo a habilitar las inversiones en el despliegue de conectividad”, dijo Vestager en el marco de una conferencia de prensa que se advierte como un paso sin precedentes en una discusión originada por los operadores de telecomunicaciones al considerar injusto el usufructo que hacen de sus redes los gigantes tecnológicos como Google, Meta (Facebook) y Netflix, por mencionar sólo tres ejemplos.
Las declaraciones de Vestager se realizaron en consonancia con el estudio publicado por la European Telecommunications Network Operators Association (ETNO), en el que se señala que Meta, Alphabet, Apple, Amazon, Microsoft y Netflix representaron más del 56 por ciento de todo el tráfico de datos global durante 2021, además de advertir que una contribución anual de 21.000 millones de dólares (20.000 millones de euros) a los costos de la red por parte de los gigantes tecnológicos podría dar un impulso de 72.000 millones de euros a la economía de la UE.
El informe citado se llama “Ecosistema de Internet de Europa: beneficios socioeconómicos de un equilibrio más justo entre los gigantes tecnológicos y los operadores de telecomunicaciones” y, disponible aquí, pone en contexto su reclamo: “Hoy en día, los gigantes tecnológicos no contribuyen de manera justa al despliegue de las redes de telecomunicaciones y generan costes relacionados con la red de decenas de miles de millones de euros. Esto debilita la capacidad de Europa para alcanzar rápidamente los objetivos de conectividad”.
“Europa tiene el objetivo de lograr conectividad gigabit y 5G para todos para 2030”, recuerda ETNO y señala que los operadores invirtieron más de 500.000 millones de euros en redes fijas y móviles durante la última década pero subraya que “los seis principales gigantes tecnológicos han generado más del 55 por ciento del tráfico de todas las redes de telecomunicaciones, pero hicieron poca o ninguna contribución financiera al desarrollo de las redes nacionales”.
El trabajo que enarbola ETNO fue realizado por la consultora Axon y en él se estimó que, “tomando como referencia una contribución anual ilustrativa de 20.000 millones de euros a los costos de la red por parte de los gigantes tecnológicos, el ecosistema europeo de Internet podría desbloquear importantes oportunidades. Se podrían añadir hasta 72.000 millones de euros al PIB y crear 840.000 puestos de trabajo en 2025. De forma similar, el consumo de energía del sector podría reducirse un 28 por ciento y la huella de carbono se reduciría hasta un 94 por ciento”.
El objetivo del trabajo de ETNO es mostrar que “este desequilibrio tiene consecuencias” y las enumera al señalar que “contribuye a debilitar financieramente” a los operadores, al tiempo que merma la capacidad de invertir para mejorar la calidad del servicio y la innovación, además de los efectos que produce la falta de innovación en materia de impacto ecológico, por las emisiones de dióxido de carbono (CO₂).
Y en ese sentido se había expresado la misiva realizada hace tres meses por los CEOs de Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom (DT), en la que se quejaban por ser los únicos responsables al momento de cubrir los costos de las redes (tanto al momento de desplegarlas como mantenerlas) cuando, en realidad, hay muchos otros actores que lucran con ellas. “El tráfico de datos, que aumenta hasta un 50 por ciento anualmente, es el factor determinante del tamaño y la capacidad de nuestras redes”, advertía la carta y caracterizaba a la situación actual como “no sostenible”.
“En la actualidad, el streaming de vídeo, los videojuegos y las redes sociales originadas por unas pocas plataformas de contenidos digitales representan más del 70 por ciento de todo el tráfico que circula por las redes. Las plataformas digitales se benefician de modelos de negocio ‘hiperescalables’ a bajo coste mientras los operadores de red asumen las inversiones necesarias en conectividad. Al mismo tiempo, nuestros mercados minoristas están en perpetuo declive en términos de rentabilidad”, decía la misiva que lleva un trimestre publicada y que, al parecer, hoy encontraría cobijo y comprensión en la voz de Vestager quien admitió haber iniciado una investigación acerca de cómo evoluciona el tráfico de datos y sobre cómo lo impactó la pandemia.
Tal como lo difundieron agencias internacionales, como Reuters, Vestager dijo que “estamos en el proceso de obtener una comprensión profunda de cómo podría habilitarse eso”, pero también restó importancia a otros pedidos realizados por el sector de las telecomunicaciones al señalar que “el problema es que los argumentos que escuchamos, como la necesidad de escala para invertir, no son nuevos”, y es cierto.
En lo inmediato, la UE está desplegando iniciativas para controlar a los gigantes tecnológicos al anunciar, hace una semana, por ejemplo, la aprobación de la Ley de Servicios Digitales (LSD).