Brasil y el camino a 5G suma otro capítulo en una telenovela que no se termina más

Al mejor estilo de las novelas brasileñas, el final no llega nunca. Ya se cumplieron los 90 días para que los pliegos de 5G lleguen al Tribunal de Cuentas de Brasil (TCU) para ser analizados. Era el plazo previsto para realizar una evaluación fundamentada desde el punto de vista judicial pero ese trabajo aún no finalizó razón por la que tampoco llegó a quienes estarán a cargo de la redacción final de esa licitación, la más esperada de América Latina. Sucede que, cuando 5G se ponga efectivamente en marcha en este país, traccionará de manera inexorable al resto de los países de la región que o están en etapa de proceso o todavía no terminan de definir los próximos pasos a seguir con esta tecnología.

Si bien hubo un encuentro entre los funcionarios de primera línea involucrados en el proceso para terminar de resolver esta cuestión con la idea de llevar la buena nueva al Congreso Mundial de Móviles de Barcelona, que arranca el lunes 28 de junio, al no haber certeza sobre el final del proyecto la noticia quedará para otro momento. De hecho, ni siquiera hay plazos estipulados en este momento, lo que está generando incertidumbre en el sector.

El organismo que sí avanzó con sus tareas fue la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), que esta semana envió casi todas las respuestas solicitadas por el TCU, según anticipó el medio especializado TeleTime. No obstante, esto no quiere decir que esté todo listo pues el TCU debe analizar las respuestas y evaluar si necesita información adicional. Recién ahí completará el análisis técnico. Es posible, entonces, que esta etapa se prolongue durante unos 30 días más, aunque el TCU no ha señalado nada al respecto. Tampoco el ministro de Comunicaciones Fabio Faria.

La preocupación del TCU radica en que se trata de un anuncio muy complejo: hay cuatro bandas en proceso de licitación y muchas innovaciones, como la herramienta de cálculo, la Entidad Administradora de Frecuencias (EAF) como responsable de las metas a cumplir, diversidad de modelos de negocios, entre otros aspectos. Y evaluar cada una de ellas es necesario por cuanto sus implicancias pueden generar consecuencias en el largo plazo o afectar ofertas nuevas en el futuro. La velocidad por terminar con esta cuestión administrativa es una preocupación del tribunal, tanto como la calidad y la seguridad del análisis.

Aunque todo es pasible de sufrir modificaciones, la expectativa es que sean de rápida resolución, es decir, que no desencadenarían una nueva consulta pública, aunque nada está dicho en un 100 por ciento.

Uno de los puntos sobre los que se ha puesto la lupa es el vinculado con la red privada y el Programa Amazonia Integrada y Sostenible (PAIS). El TCU está analizando las respuestas del Ministerio de Comunicaciones pero se espera una indicación del área técnica para efectuar cambios. Este tema fue uno de los más duramente objetados por el TCU hasta último momento, al punto de señalar indicios de ilegalidades. Sobre este aspecto en particular todavía no ha llegado la respuesta y hay tiempo hasta fin de mes.

Por otro lado, la Misión 5G que realizó el ministerio de Comunicaciones a los Estados Unidos para evaluar redes privadas sirvió para que los ministros y técnicos del TCU tuvieran más detalles sobre los que modelos están en marcha en ese país.

Más allá de esta gira, donde también se cruzó con fuerza el tema vinculado con el desarrollo de redes Open RAN -que se evalúa en uno de los grupos de trabajo de la Anatel y entusiasma a muchos jugadores del sector – lo que preocupa a la industria es la incertidumbre respecto a cuándo terminarán las observaciones del TCU y si eso implicara muchos cambios en la convocatoria inicial. Porque, cuantos menos cambios haya se concretará más rápidamente y, así, se asegurará la licitación para finales de este 2021.

El gobierno tiene previsto que las primeras redes 5G estén operativas en junio de 2022 pero las fechas límites para que se cumpla con esa promesa están cada vez más al límite y las incertidumbres se agigantan. Como en las telenovelas, el final no llega nunca, se estira. Y, lejos de generar expectativa, se corre el riesgo de generar cansancio y desalentar las buenas perspectivas.

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Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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